viernes, 5 de agosto de 2011

Bad Teacher (Malas Enseñanzas, 2011)

En 2009, The Hangover (¿Qué Pasó Ayer?) fue la comedia más exitosa a pesar de tener la clasificación R (equivalente a C en México), que restringe como público a los adolescentes, el más grande mercado en la taquilla mundial, así que era de esperar que otras comedias adultas buscaran replicar su éxito, pero también que en poco tiempo habría muchas imitaciones (empezando por The Hangover II) hechas con la única intención de colgarse de la más reciente moda en Hollywood. Bad Teacher (Malas Enseñanzas) cae en esa categoría.

La película fue dirigida por Jake Kasdan, director cuyo único trabajo que recuerdo haber disfrutado es The Zero Effect (Un Chantaje Desastroso), aunque tomando en cuenta que el resto de su filmografía está compuesto de películas tan olvidables como Orange County (Pena Ajena - que así me hizo sentir) o Walk Hard: The Dewey Cox Story (Una Vida Larga y Dura), que no es mala, pero parece dirigida a un público muy específico, la verdad es que la vara no estaba tan alta.

Elizabeth (Cameron Diaz) es la peor clase de maestra que puede haber. Sin vocación por la enseñanza, sólo es un modo de sustento mientras consigue un marido rico que la mantenga. Y lo logró. Al menos eso es lo que piensa y al final del año escolar se despide del resto de la facultad pensando que jamás volverá a verlos, pero al llegar a casa descubre que su prometido ha roto su compromiso ante la creciente evidencia de que lo único que ella busca es su dinero.

Elizabeth regresa a su trabajo en la escuela con una disposición aún peor que antes. No le interesa dar clases y le molestan los intentos de fraternización y convivencia de otras maestras, en especial Amy (Lucy Punch), que es todo lo opuesto a ella: una energética y emprendedora maestra con una inusual dedicación por su trabajo. Además, tiene que rechazar los avances de Russell (Jason Siegel), el profesor de educación física que parece decidido a conquistarla.

La llegada de Scott (Justin Timberlake), un atractivo y acaudalado maestro substituto, la hace poner en juego sus cuestionables tácticas de conquista mientras busca cómo obtener dinero para aumentarse el busto, convencida de que ello le ayudará a conquistar un millonario con mayor facilidad. Su duelo con Amy por la atención de Scott y su trato diario con alumnos y profesores, en especial con Russell, resultará en un inesperado intercambio de enseñanzas.

La película, más que mala, es mediocre. Hay suficientes elementos en la historia para pensar que pudo haber sido una comedia inteligente y divertida con sólo trabajar un poco más en el guion. No hubo esfuerzo alguno por desarrollar un poco a los personajes o crear un entorno que ayudase a eliminar la impresión de que cada escena se construyó para justificar el chiste que la remata, y lo peor es que en la mayoría de los casos ni siquiera son buenos chistes.

Las actuaciones son bastante sólidas, y en el caso particular de Diaz me atrevo a decir que incluso sobresaliente, pues hace un esfuerzo por sacudirse la imagen de rubia boba e inocente que la ha perseguido a lo largo de su carrera. Su interpretación de una mujer superficial y ambiciosa es bastante convincente, lo que también juega en contra del resultado final, pues no debería crearse empatía entre la audiencia y un personaje amoral y egoísta.

Al final la película no es lo bastante divertida como para ser una buena comedia, ni tampoco lo suficiente compleja para resultar interesante. No hay forma de que pueda recomendársela a nadie con la conciencia tranquila, por lo que sugiero verla en el cine sólo si no tienen nada mejor que hacer con hora y media de su vida o algo más provechoso en que gastar el costo de la entrada. Advertidos están.

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