viernes, 4 de junio de 2010

Reseña: From Paris with Love (París en la Mira)

Pierre Morel es uno más de la larga lista de aprendices/emuladores de Luc Besson que se empieza a hacer de un nombre propio. Morel tiene ya varios años trabajando en cine, pues comenzó su carrera hace más de quince años como asistente de cámara y desde entonces ha sumado a su currículo distintos trabajos como cinematógrafo, director de segunda unidad u operador de cámara.

Como director sorprendió al mundo en 2004 con la espectacular y entretenida Banlieue 13 (Distrito 13 ó Distrito B13, según dónde se encuentren), a la cual siguió Taken (Búsqueda Implacable), donde convierte a Liam Neeson en héroe de acción y de la que he escuchado opiniones encontradas pero no he podido ver.

From Paris With Love (París en la Mira) es su tercera película como director, y es una cinta de acción mayormente entretenida aunque por momentos confusa y algo pretenciosa. La película sigue a James Reece (Jonathan Rhys Meyers), un agente de inteligencia de bajo nivel que trabaja con el embajador norteamericano en París, y quien sueña con convertirse en agente de campo, con la romántica idea de que se trata de glamorosos superespías al estilo de James Bond. Como premio a su desempeño reciente, Reece es asignado para asistir a un agente que acaba de llegar a la ciudad.

Así, James se ve envuelto en una interminable serie de peleas, balaceras y persecusiones al lado de Charlie Wax (John Travolta), un agente para quien expresiones como "secreto", "sutil" o "daño colateral" no tienen significado alguno. Wax tiene una misión que involucra a narcotraficantes chinos, terroristas de Oriente Medio, y alguna intriga relacionada con una cumbre diplomática. No estoy seguro si omito algo, pero ustedes comprenderán que entre tanta balacera y persecusión es difícil concentrarse en nimiedades como trama o desarrollo de personajes.


El trabajo de Morel y su cinematógrafo al montar las escenas de acción es impecable, pues todo pasa tan rápido que es imposible ver nada y sin embargo se entiende lo que está pasando. Wax es una máquina de pelear y matar (los reto a llevar la cuenta de los cadáveres que deja a su paso) y Reece empieza a pensar que tal vez agente de campo no sea una elección de carrera muy afortunada.

El resultado es otra película de acción con exageradas secuencias de acción pero que en vez de parodiar los excesos propios del género se regodea aplicándolos, y le saca provecho a la actuación de Travolta, que parece divertirse tanto en su papel de badass que uno no puede evitar contagiarse un poco de su entusiasmo. La química entre Travolta y Meyers es digna de rescatarse, y logra que la película funcione como buddy movie de mejor manera que intentos similares (I Spy, por ejemplo).


Sería injusto decir que es como una b-movie de acción, porque los valores de producción no corresponden con esa descripción, pero en lo que se refiere a entretenimiento sin sentido puede rivalizar con cualquier producción tanto hollywoodense como de Hong Kong de las que solían hacerse hace un par de décadas. Si les gustan cosas como The Transporter o las anteriores películas de Morel, esto es para ustedes. Si no es así, absténganse y ahórrense el berrinche o la decepción.

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