martes, 1 de diciembre de 2009

Los Venenos de la Corona (Les Poisones de la Corounne), de Maurice Druon (Reyes Malditos 3)

Les Poisones de la Corounne (Los Venenos de la Corona) es el tercer volumen de la excelente serie de novelas históricas de Maurice Druon conocida como Los Reyes Malditos, de los cuales ya he comentado anteriormente por aquí los tomos I (El Rey de Hierro), II (La Reina Estrangulada), y V (La Loba de Francia).

El relato en este tercer volumen de la saga da inicio justo después del desenlace de la novela anterior, acompañando a Clemencia de Hungría, la prometida del rey Luis X, durante su viaje rumbo a Francia para celebrar su boda con el monarca francés y consolidar la alianza entre sus familias.

Además de la boda y los primeros meses de felicidad conyugal, Los Venenos de la Corona cuenta cómo la falta de carácter del rey sigue siendo aprovechada por su tío, Carlos de Valois, para echar atrás las reformas que había realizado su padre, Felipe el Hermoso, lo que amenaza con llevar a Francia de regreso a una oscura época donde los señores feudales eran más poderosos que el mismo rey, quien representaba una figura simbólica y poco más que eso.

La corte está más dividida que nunca, pues Felipe de Poitiers, el hermano del rey, ha decidido convertirse en una fuerza de equilibrio, oponiéndose a muchas de las medidas sugeridas por su tío, en un intento por preservar el poder del rey e impedir que la obra de su padre desaparezca de forma definitiva apenas meses después de su muerte.

Un conflicto que empieza a convertirse en definitorio para el destino del reino es el de Roberto de Artois y su tía Mahaut, quienes tienen el apoyo de Carlos de Valois y Felipe de Poitiers, respectivamente, y toman protagonismo en cada sesión de la corte. La reina Clemencia, una joven noble y de buen corazón, se ve de golpe sumergida en las intrigas de sus nuevos parientes, y a pesar de sus buenas intenciones se convierte en una nueva distracción para su marido, quien suele tomar decisiones de manera visceral, dejándose llevar por sus emociones en lugar de mantener la cabeza fría.

Una de esas decisiones impulsivas le gana el odio definitivo de la Condesa Mahaut, pues ella preferiría ver en el trono al Conde de Poitiers, quien es además su yerno. En medio de intrigas y conspiraciones en busca de los favores de la corona, la única víctima real será la joven reina Clemencia.

Druon prosigue magistralmente su humana reconstrucción de la turbulenta historia de la corte francesa en el siglo XIV, al tiempo que construye de forma paralela a la historia principal el relato de las vicisitudes que atraviesa Guccio Baglioni, el joven lombardo que desde el primer volumen ha jugado una parte importante de la saga, una vez que éste se da cuenta de que su relación con la joven María de Cressay nunca será aceptada por la familia de ella, quienes a pesar de estar económicamente en la ruina siguen convencidos de que la muchacha sólo debe llegar a formar una familia casándose con alguien de familia noble y distinguida.

El libro termina con una tragedia más para la familia real, al tiempo que anticipa que no será la última. ¿Terminará algún día la maldición de Jaques de Molay que pesa sobre la familia real? Solo restan tres libros de la serie, así que pronto lo averiguaremos.

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