Ahora si se viene la recta final de la temporada y semana a semana van quedando fuera de competencia otros equipos. Por primera vez se tiene una temporada con dos equipos que alcanzan un record de 13-0 y con posibilidades de continuar su racha ganadora. Como una coincidencia, ambos equipos juegan esta semana en horario estelar en los juegos designados para su transmisión por NFL Network, la cadena de tv propiedad de la liga.

Primero, el jueves, los
Potros de Indianápolis se enfrentan a los
Jaguares de Jacksonville. Con la primera posición de la siembra asegurada y estando seguros de que jugarán toda la postemporada sin tener que viajar fuera de su ciudad, es muy probable que los
Potros hagan lo mismo que otros años y empiecen a darle descanso a algunos jugadores titulares, lo que pudiese significar perder algunos de sus juegos restantes. Si eso ocurriese esta noche, creo que los
Jaguares -que aún necesitan asegurar su lugar en los playoffs como comodín- podrían sacar la victoria, pero tengo la impresión de que
Jim Caldwell, quien heredase el cargo de entrenador en jefe al retirarse
Tony Dungy, aprovechará esta oportunidad para empezar a distinguirse de su predecesor, así que voy con los
Potros, quienes se convertirán en apenas el tercer equipo en la historia de la liga en alcanzar un registro de 14-0.

El otro equipo invicto, los
Santos de Nueva Orleans, reciben el sábado por la noche a los
Vaqueros de Dallas. Los
Vaqueros suelen jugar mal al cierre de cada temporada, teniendo en años recientes un record de 1-13 en los partidos del mes de diciembre. Su defensiva secundaria sufre para evitar jugadas grandes y permiten más puntos de los que sería deseable, así que ir a visitar a uno de los equipos más poderosos de la liga y acostumbrados a hacer grandes jugadas vía aérea no pinta como una misión agradable. Tratándose de un domo el clima no debiese ser factor, pero creo que la motivación que tienen los
Santos por buscar la temporada perfecta, combinada con la enorme presión a que están sometidos los
Vaqueros, particularmente
Wade Philips, su entrenador en jefe, y
Tony Romo, su quarterback, pueden ser determinantes en el desarrollo de este juego. Además, creo que a
Sean Payton, quien fuese coordinador ofensivo en los
Vaqueros antes de aceptar el cargo de entrenador en jefe de los
Santos, derrotar al equipo de su antiguo empleador debe representar algo especial.
Pues en eso estamos. Creo que llegaremos a Navidad con dos equipos invictos. Como ya es una costumbre, el resto de mis pronósticos los pondré por aquí el domingo en la mañana. Feliz jueves.
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