lunes, 27 de julio de 2009

Invasion of the Body Snatchers (La Invasión de los Secuestradores de Cuerpos, 1956)

Ésta debe ser la película más vieja que he comentado. Original de 1956, Invasion of the Body Snatchers es una de las películas de ciencia ficción más veneradas, y también suele ser listada entre las favoritas de cualquier aficionado al horror. Me considero entusiasta de ambos géneros y no pienso discutir sobre a cuál de ellos pertenece.

La vi en televisión con el título de Los Muertos Vivientes, lo que asumo debe ser un error. Supongo que en español debió tener el mismo título que la versión setentera, La Invasión de los Secuestradores de Cuerpos, y está basada en la novela The Body Snatchers, de Jack Finney, publicada un año antes.

La película fue dirigida por Don Siegel y cuenta la historia del Dr. Miles Bennell (Kevin McCarthy), un médico instalado en el pueblo de Santa Mira, California, quien al volver de un viaje se encuentra con que varios de sus pacientes lo buscaron durante su ausencia, preocupados porque creen que algunos familiares han sido sustituidos por impostores.

Pese a sentirse intrigado, Bennell no da demasiada importancia al asunto hasta que Becky Driscoll (Dana Wynter), antiguo interés romántico que también regreso recientemente al pueblo, le informa que su prima Wilma ha manifestado un temor similar acerca de sus tíos.

Tras consultar la afluencia de casos con el psiquiatra de la localidad, éste asegura a Bennell que no hay de que preocuparse, pues se trata de un simple caso de histeria colectiva y es cuestión de tiempo que se disipen las quejas. Miles parece dispuesto a admitir esa explicación hasta que recibe una llamada urgente de Jack Belicec (King Donovan), un exitoso escritor amigo suyo. Acude a su casa acompañado por Becky, y allí Jack y su esposa (Carolyn Jones) le muestran un cuerpo que hallaron en su propiedad.

Tras revisarlo detenidamente Miles constata que no se trata de un cadáver, pues tiene facciones a medio definir y no posee huellas dactilares, casi como si fuese un hombre inconcluso. Miles les pide que vigilen el cuerpo y le avisen de cualquier cambio, y lleva a Becky a su casa. Horas más tarde es despertado por sus amigos, quienes le informan que el cuerpo adoptó la apariencia de Jack hasta el último detalle, incluyendo una cortada muy reciente.

Miles acude a casa de Becky para checar que se encuentre bien, y siguiendo un presentimiento decide entrar cuidadosamente por el sótano, donde descubre una réplica inconclusa de Becky. Asustado, Miles corre escaleras arriba y se lleva a Becky, convencido de que su padre ya ha sido reemplazado. Jack y Miles buscan el apoyo de la policía, pero descubren que las autoridades parecen haber sido las primeras en ser reemplazadas.

Más tarde descubren en el cobertizo de Miles cuatro vainas gigantes, las cuales se abren para revelar sus futuras réplicas. Tras discutir la situación deciden separarse en parejas. Jack y su esposa buscarán ayuda en algún pueblo vecina mientras Becky y Miles tratan de averiguar más sobre la situación del pueblo. Poco a poco se revela que pueden ser los últimos humanos en Santa Mira, y que los siniestros invasores tienen listas gran cantidad de vainas para extenderse a las ciudades vecinas.

Dado que la única diferencia entre las réplicas vegetales y los humanos que suplantan es su aparente falta de emociones, Miles y Becky deciden hacer lo posible por informar a otras ciudades de la inminente amenaza antes de que sea demasiado tarde. Una vez que la continua presencia de Miles y Becky es descubierta, se inicia una frenética persecución donde la pareja corre no sólo por sus vidas, sino por la supervivencia de toda la especie humana.

Esta película la había visto de niño y tenía un vago pero agradable recuerdo de ella. Ahora que tuve la oportunidad de verla otra vez, tengo que coincidir con la opinión generalizada de que se trata de un clásico indiscutible del horror y la ciencia ficción, y me sorprendió de forma muy agradable ver lo bien que se sostiene pese al paso del tiempo.

Uno de sus puntos más fuertes es la neutralidad con que cuenta la historia, pues permite que el espectador dé la lectura que prefiera a la situación planteada. Aun si lo más natural es asociarla con la paranoia anticomunista de la época, hay momentos donde con igual facilidad se le puede ver como una exaltación a la desconfianza hacia las autoridades.

Tal es el impacto de Invasion of the Body Snatchers en la cultura pop, que se han realizado tres remakes de la película. El primero fue en 1978, dirigido por Philip Kaufman y con las actuaciones de Donald Sutherland, Veronica Cartwright, Jeff Goldblum y Leonard Nimoy, con el mismo título y respetando la historia original. El segundo se dio en 1993 bajo la dirección de Abel Ferrara y con el nombre de Body Snatchers (Usurpadores de Cuerpos), en la que el principal cambio consistió en mudar la acción a una base militar. Actúan Gabrielle Anwar, Terry Kinney y Meg Tilly.

Por ultimo, en 2007 apareció The Invasion (Invasores), estelarizada por Daniel Craig y Nicole Kidman, donde se dieron bastantes cambios respecto a la historia original, resultando en un predecible fracaso tanto de crítica como comercial. Aunque las versiones de 1978 y 1993 tienen sus momentos y pueden resultar del agrado de los aficionados al cine de género, ninguna de ellas consigue replicar el impacto de la original. Altamente recomendada.

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