Elmore Leonard se ha convertido rápidamente en uno de mis escritores favoritos. Conociendo la clase de historias que escribe gracias a las películas basadas en sus libros, esperaba que me gustarían cuando pudiera leerlos, pero no tanto como ha sido con sólo dos novelas. La primera, Tishomingo Blues, la comenté hace unos meses, y la segunda, Pronto, la terminé recientemente.
Pronto cuenta la historia de Harry Arno, un exitoso corredor de apuestas que tiene su base de operaciones en South Beach, Miami. Harry ha trabajado en el negocio por más de veinte años y está listo para retirarse. Su plan parece perfecto: cambiar de identidad, mudarse a una villa en una pequeña aldea de la Riviera Italiana en compañía de su novia Joyce, una modelo de catálogos y ex-bailarina topless, y vivir en paz sus últimos años.
Semejante plan requiere dinero, pero eso no es problema para Harry, pues además de que durante las dos décadas que lleva en el negocio éste ha sido rentable, con ganancias de alrededor de siete mil dólares a la semana, de los cuales Harry paga la mitad a Jimmy Capotorto, conocido en el bajo mundo como Jimmy Cap, el jefe mafioso de South Beach.
A lo largo de los años, Harry ha acumulado su propio fondo de retiro a ritmo de mil dólares semanales, los cuales rasura de sus ganancias antes de hacer la división con Jimmy. El producto de esa maniobra es más de un millón de dólares irrastreables que deben bastar para financiar su cuidadoso y anticipado plan.
McCormick, el agente federal a cargo de la investigación, decide poner a Jimmy en contra de Harry para forzar a éste a buscar la protección de las autoridades a cambio de un trato. La idea es convencer a Jimmy de que Harry ha estado estafándolo, desviando grandes cantidades de dinero de las ganancias de las apuestas.
Una vez que el plan es puesto en marcha, Harry se ve forzado a matar en defensa propia, lo que lo pone bajo custodia federal a espera de su juicio. El agente encargado de cuidarlo hasta su audiencia es Raylan Givens, un duro y honorable agente originario del medio oeste, quien porta un sombrero Stetson y botas a juego. Raylan se cruzó con Jimmy años atrás, y debido a una jugarreta de éste vio truncada su carrera, convirtiéndose en instructor de armas para una academia del FBI. Harry vuelve a aprovecharse de Raylan y desaparece sin rastro.
Lo único que Harry no consideró al huir a Italia fue lo mucho que extrañaría a Joyce, así que hace los arreglos para que lo alcance en su villa de retiro, sin saber que Joyce es vigilada por Tommy, el principal de los matones de Jimmy, quien además tiene la intención de ocupar el lugar de Harry manejando el negocio de apuestas en South Beach. Una vez que Joyce parte hacia Europa, Tommy y otro de los hombres de Jimmy van tras ella.
La prosa de Leonard es ágil sin necesidad de descuidar detalles. Un aspecto celebrado de su trabajo son los diálogos, y es impresionante la forma en que los usa para desarrollar a sus personajes, apoyándose en detalles que van desde acentos e inflexiones hasta anécdotas e historias de sus respectivos pasados.
El único otro autor o guionista que conozco que consigue tanto a través de los diálogos con tanta eficacia es David Mamet, a mi juicio el mejor guionista trabajando actualmente en el entretenimiento mundial. A estas alturas ya no solo recomendaría Pronto o Tishomingo Blues, si no cualquier novela de Elmore Leonard a la que le puedan poner las manos encima. Por cierto, mientras buscaba la imagen de la portada descubrí que en 1997 se filmó una película para TV basada en la novela. La película es protagonizada por Peter Falk en el papel de Harry, pero ignoro que tan fielmente haya podido capturar la esencia del libro.
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