Edgar Wright y Simon Pegg se hicieron de fama y reconocimiento entre críticos y cinéfilos gracias a la excelente Shaun of the Dead (El Desesperar de los Muertos, al menos en México), así que cuando anunciaron que para su siguiente proyecto dedicarían su atención al género policíaco, las expectativas sobre lo que podían hacer se fueron a las nubes. Y aunque las expectativas eran altas, Wright, Pegg y compañía salieron bien librados al presentar Hot Fuzz (Super Policías).
Wright y Penn repiten su colaboración como coescritores en el guion, Wright como director y Pegg como protagonista, otra vez junto a Nick Frost y acompañados por una larga lista de veteranos y talentosos actores británicos, entre quienes podría mencionar, sólo por tratarse de los más conocidos, a Timothy Dalton, Jim Broadbent, Martin Freeman, Edward Woodward y Bill Nighy.
En esta ocasión Pegg interpreta a Nicholas Angel, un oficial de la policía metropolitana de Londres que es tan eficiente haciendo su trabajo que provoca la envidia no sólo de sus compañeros, sino también de sus superiores.
Temerosos de que siga con su excelente desempeño y atraiga la atención hacia la ineficacia del resto de la fuerza... perdón, del servicio policíaco, se las arreglan para conseguirle una rápida promoción a sargento en un pequeño pueblo llamado Sandford, una población reconocida por tener los índices de criminalidad más bajos de todo el país. Angel no tiene más remedio que aceptar su suerte y a regañadientes realiza el viaje a su nuevo hogar.
Ahí conoce a Danny Butterman (Nick Frost), un incompetente pero bienintencionado oficial de policía con una afición que raya en la obsesión por las películas hollywoodenses policíacas y quien además es hijo del inspector local y será su nuevo compañero. El resto de la fuer... perdón, del servicio policíaco de Sandford es aún más pintoresco.
La vida en Sandford parece ser aún más aburrida de lo que Angel esperaba. Sus horas de servicio transcurren mientras se mantiene ocupado en actividades que uno difícilmente imagina como parte de la rutina diaria de un oficial de policía, como tratar de localizar y capturar a un cisne extraviado, o extraer nombres de una tómbola durante la celebración de una feria local.
Con el paso de los días Angel se convence cada vez más de que la baja criminalidad en Sandford no es, o mejor dicho, no puede ser normal, y cuando empiezan a aparecer algunos residentes de la localidad muertos bajo extrañas circunstancias todo indica que tiene la razón, solo habrá que esperar que pueda sobrevivir a los cada vez más frecuentes ataques del presunto asesino y a la desesperante apatía de sus colegas.
Tal vez lo más sorprendente del trabajo de Wright y Pegg sea la aparente facilidad con que construyen sus películas, pues Hot Fuzz repite, a su manera, la proeza lograda por Shaun of the Dead, pues es, al mismo tiempo, un homenaje, una parodia, y un perfecto ejemplo de lo que debería ser una película del género al que pertenece. Cuentan una historia completa con personajes creíbles y bien desarrollados y en la que el humor se integra a la perfección con los demás elementos de la película, que resulta una experiencia muy divertida sin llegar a convertirse en una comedia.
Por cierto, hay algunos datos de trivia bastante curiosos acerca de esta película, pero para evitar estropearle el gusto de descubrirlos o no a quienes vayan a ver la película, los agregaré como comentario el próximo lunes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario