miércoles, 14 de junio de 2006

Reseña: Sin City (la película)

Cuando Robert Rodriguez decidió que quería llevar Sin City a la pantalla sabía que no sería fácil. Primero tendría que convencer a Frank Miller de poner una de sus obras en manos de alguien más. Sin ningún trato asegurado, Rodriguez filmó y post-produjo una historia corta con la intención de usarla para convencer a Miller de que él podía llevar su obra a la pantalla de manera digna. Y el riesgo pagó. Después vino el enfrentamiento con el Directors Guild of America que terminó con la renuncia de Rodriguez al mismo.

La misma secuencia que convenció a Miller de aceptar que se hiciera le película le sirvió a Rodriguez para reclutar un elenco. Bruce Willis, Benicio del Toro, Clive Owen, Elijah Wood, Mickey Rourke, Rutger Hauer, Josh Hartnet, Matthew Clarke Duncan, Nick Stahl, Jessica Alba, Rosario Dawson, Carla Gugino, Alexis Bledel, Jaime King, Devon Aoki y Britanny Murphy se unieron al proyecto y Rodríguez pudo entonces dedicarse a trabajar en lo que muchos decían era imposible: llevar un cómic a la pantalla grande respetando el material de origen y sin cambiar los visuales del mismo.

Sin City como cómic representa un ejercicio estilístico de primer nivel y eso es algo que la película replica exitosamente. El problema es que para un mero ejercicio estilístico es demasiado larga. Filmada en blanco y negro con una que otra pincelada de color, Sin City es, para fines prácticos, un cómic filmado. Y ése era justo el objetivo de Rodriguez. En más de una ocasión declaró que lo que él estaba haciendo no era adaptar el cómic, sino trasladarlo a la pantalla.

Esto es algo que ha molestado a muchos puristas de uno y otro medio, pero es innegable que el resultado es una extraordinaria experiencia visual, con el único inconveniente del ritmo, pues a fin de reproducir el ambiente noir del cómic, la película es intencionalmente lenta, lo que provoca la sensación de ser más larga de lo que en realidad es. El efecto desaparece en la edición especial en DVD, donde Rodriguez re-editó las diferentes historias que componen la película para presentarlas como cortometrajes separados.

A mi parecer esto resulta en una experiencia audiovisual mucho más agradable, pues además respeta la forma en que las historias se presentaron originalmente. Sin City es una película en extremo violenta, razón por la que no la recomiendo a personas fáciles de impresionar. Las secuencias de acción y violencia siempre son llevadas al extremo, rayando en la exageración, pero Rodriguez evita caer en la morbosa fascinación por lo grotesco que se dio en los ochenta (y parece estar de vuelta), cuando el gore y el splatterpunk tuvieron su apogeo.

La película no está exenta de problemas. Los personajes son exactamente como en el cómic, lo que no es necesariamente bueno, pues el resultado son personajes planos y sin mucho desarrollo, en quienes la actitud es más importante que la motivación o historia personal. No existen héroes y villanos definidos, sino que todos los personajes parecen bailar entre uno y otro lado del espectro según la situación, lo que crea uno de los aspectos más atractivos de Sin City: la narrativa puede ser en blanco y negro, pero las historias y personajes no lo son.

En resumen, Sin City será una experiencia visual inolvidable para los fans de cómics sin importar si han leído los cómics de Frank Miller. Para el resto de público resultará un experimento interesante pero sin un objetivo claro. O para decirlo de una manera un tanto más burda, mucho ruido y pocas nueces. Aunque debo confesar que se trata de un ruido tremendamente atractivo.

Texto publicado originalmente en Comicverso


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