Hacia un País de Lectores es una iniciativa del gobierno que tiene (¿tenía?) como objetivo promover el hábito de la lectura entre la población, parte del Programa para el Fomento de la Lectura y el Libro, lanzado en 2001. No he visto ningún reporte ni sé de algún informe de resultados para saber si el programa ha tenido éxito, pero no tengo duda de que era algo necesario. Pero además de hacer más bibliotecas y realizar ferias y festivales para promover el libro, creo que persiste una importante omisión: ¿Qué se espera que lea la gente? ¿Qué lee la gente?
Si damos un vistazo a los tirajes editoriales, descubrimos que en México se lee más de lo que mucha gente piensa. Basta con ver las ventas de los "sensacionales" para saber que hay lectores. Y en la prosa "tradicional", estoy seguro que autores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez o Carlos Trejo no tienen queja alguna sobre las ventas de sus libros.
Y no es por ser quisquilloso, pero tras una ojeada a las primeras páginas de Juventud en Extasis es fácil creerle al autor cuando dice que escribió el libro a los 15 años. Sólo me pregunto por qué nadie corrigió el borrador antes de publicarlo. En cuanto a Carlos Trejo, ¿qué credibilidad tiene el autor de un libro "basado en hechos reales", si cada seis meses hay una nueva edición corregida y aumentada?
Pero lo que me llevó a escribir esto fue una columna de hoy en el diario Milenio. Mucho se ha hablado sobre el resbalón del Presidente Fox sobre su autor favorito, José Luis Borgues, pero nadie dijo nada la semana pasada cuando su esposa hizo algo parecido. Al entregar el reconocimiento como la Mujer del Año a Marie Therese Arango en un evento realizado en el Museo Nacional de Antropología, la señora Sahagún de Fox culminó su participación con estas palabras:
“Prefiero, si me lo permiten, decirlo como hice unos días en otro espacio maravilloso, con las palabras de la escritora Rabina Grant Tagora...”
Jorge Luis Borges, rebautizado en boca del presidente, debe sentirse mejor, pues al escritor hindú Rabindranath Tagore, la señora Sahagún le cambió hasta el sexo.
La columna que mencioné antes antes es QRR (Quien Resulte Responsable), y en ella Rafael Tonatiuh presenta una lista de potenciales autores y obras que podrían llegar a ser parte de la biblioteca presidencial antes de que finalice el sexenio. Algunas selecciones:
- Gael García Márquez, Y tu mamá grande también.
- Salman Hyeck, Fridas satánicas.
- Augusto Montebrozo, Y cuando desperté, Bejarano seguía ahí.
- Octavio Bar, El laberinto de la soledad.
- Carlos Cuauhtémoc Cárdenas, Senectud en éxtasis.
- William Chespirito, La Chilindrina domada.
- Sor Juana Anis Pa'la Cruz, Hombres ebrios que ligais a la mujer...
AUMENTADA Y ACTUALIZADA...
ResponderBorrarES QUE SE HA IDO ACORDANDO DE VARIOS DETALLITOS QUE SE LE HABIAN PASADO :D
Y RESPECTO A LA FAMILIA PRESIDENCIAL: PARA CADA ROTO HAY UN DESCOCIDO...
http://www.jornada.unam.mx/2002/09/01/mas-gregorio.html
ResponderBorrarhttp://www.jornada.unam.mx/2003/05/04/mas-gregorio.html
Interesante
Gracias por los links, Ricardo.
ResponderBorrarEspero no se haya malentendido la intención de mi texto, pues soy el primero en reconocer (y lo he dicho muchas veces aquí y en otros espacios) que el sistema educativo en nuestro país no funciona, porque es anacrónico, rigido e inflexible y las autoridades nunca se han preocupado por adaptar los programas de enseñanza a las necesidades de la población a la que buscan instruir. Mal haría yo en criticar la lectura de materiales "no-académicos", pues yo mismo aprendí a leer con "esas lecturas". Y eso es algo en lo que coincido plenamente con el autor de esos textos, pues las diferentes circunstancias en mi vida me llevaron a desarrollar un irredento amor por la lectura, y aún hoy día leo por igual comics, revistas, periódicos, best-sellers, clásicos de la literatura, y casi cualquier texto al que le pueda poner las manos encima.
Una vez más, gracias por los links.