Esta película también la reseñé en podcast, el cual pueden encontrar aquí. El siguiente texto no es una transcripción, aunque contiene la misma opinión y comparte muchos elementos.
La película se estrenó en Estados Unidos y el Reino Unido el pasado 27 de junio, pero llegó a las pantallas de México hasta el 30 de agosto, a casi dos meses de su estreno original.
Jack Malik (Himesh Patel es un músico a la espera de su gran oportunidad mientras toma empleos de medio tiempo. Tras presentarse sin éxito en un festival de música, Jack decide renunciar, pues está convencido de que si su carrera no ha despegado todavía, no lo hará nunca. Discute con Ellie (Lily James), su mejor amiga, que también es su representante, y toma su bicicleta para volver a casa. En el camino hay un apagón. Por doce segundos el mundo entero se queda sin energía eléctrica, y Jack es atropellado por un autobús.
Al recuperar la conciencia está en el hospital, pero más allá de haber perdido un par de dientes, está bien, aunque su bicicleta y guitarra quedaron destruidas. Al salir del hospital se reúne con sus amigos, que se burlan de sus dientes perdidos y le hacen regalos en broma, excepto Ellie, que le regala una nueva guitarra. Le piden que toque algo y, tras pensarlo un poco, se decide por Yesterday, el clásico de The Beatles. Sus amigos actúan como si jamás hubieran escuchado la canción, lo que lo sorprende, pero piensa que es una broma.
Intrigado, al volver a casa busca en Google y descubre que no hay nada sobre la popular banda británica. No es que la gente no recuerde a los Beatles, es como si nunca hubieran existido. Tras debatirlo un poco consigo mismo, decide "escribir" las canciones y presentarlas como propias. Por desgracia no parece haber diferencia: su carrera sigue estancada. Un chico de la localidad tiene un estudio casero y lo invita a grabar algunas canciones y edita un disco, que regala en el supermercado donde trabaja.
Alcanza cierto grado de celebridad local, pero nada que parezca ir a ninguna parte. Desanimado, está por desistir cuando recibe una llamada de Ed Sheeran, el famoso cantautor británico, que lo felicita por su aparición en televisión y lo invita a ser su acto de apertura rn una presentación en Moscú como parte de su actual gira. Jack acepta pero Ellie decide no acompañarlo para no descuidar su trabajo como maestra de escuela, así que se lleva a Rocky, un amigo que se caracteriza por irresponsable y por estar drogado todo el tiempo.
La presentación en Rusia es un éxito y Debra (Kate McKinnon), la representante de Ed, le ofrece encargarse de su carrera. Su estrategia es efectiva y en poco tiempo Jack es un fenómeno de redes sociales, pero el éxito empieza a alejarlo de Ellie. Además, se siente culpable, pues sabe que su éxito no es propio, sino producto del trabajo de alguien más. Durante una visita relámpago a Inglaterra mientras graba su disco en Estados Unidos, se ve con Ellie, que le confiesa estar enamorada de él desde siempre, lo que lo hace sentirse aún peor.
La película cumple, pero es demasiado simple tanto en su concepción como en su ejecución. La historia tiene dos grandes problemas. El primero, que su premisa no es explorada a fondo. Un mundo en el que no existen los Beatles no parece ser muy distinto del nuestro, pues pareciera que la única consecuencia sea que no existe Oasis, aunque sí existen Coldplay y Pulp, lo que indica que el brit pop como lo conocemos sigue ahí, lo que me parece incongruente ante la idea de que en este mundo la música pop tuvo una historia diferente.
Los Rolling Stones existen y parece que para ellos nada cambió, aun a pesar de que su primer representante, recomendado por John Lennon, era el manager original del cuarteto de Liverpool antes de que Brian Epstein se hiciera cargo de su carrera, o de que Decca Records los haya firmado sólo para no repetir el error cometido al rechazar a los Beatles. Y ni hablar del marketing en sus primeros años, que giró alrededor de venderlos como los "chicos malos" de la historia, el opuesto al limpio acto de los Beatles con sus trajes y peinados a juego.
Se mencionan otras cosas que no existen, como los cigarrillos o la Coca Cola, pero el mundo no parece diferente a causa de ello, y uno esperaría que un mundo sin enfisema o cáncer de pulmón sería algo muy notorio. La película depende en exceso de crear atmósferas y sensaciones a partir de la música. En ese sentido es similar a Bohemian Rhapsody, pues aunque ambas son buenas películas, abusan de un soundtrack lleno de canciones amadas por la audiencia para disfrazar o esconder muchas de sus deficiencias.
El otro gran problema de la película es el nulo desarrollo de personajes. No hay conflicto más allá de los remordimientos medio explorados de Jack. Su relación con Ellie se da sin un arco que permita empatizar con ellos como pareja. Ana de Armas (quien aparece en el trailer) iba a ser otro interés romántico para Jack, y un triángulo amoroso pudo mejorar a los personajes. Por desgracia las funciones de prueba mostraron que la presencia de otra mujer hacía que la audiencia sintiera menos simpatía por Jack, así que su arco fue eliminado.
En cuanto a las actuaciones, Patel es agradable y es fácil simpatizar con su hombre común. Lily James, conocida por Cinderella y Baby Driver, es adorable, que es lo único que le pide el guion. Joel Fry es un comic relief ligero pero acertado. Kate McKinnon devora el escenario en todas sus escenas pese a no tener mucho con qué trabajar. Ed Sheeran hace un trabajo agradable, y no me extrañaría que la cinta le gane algunos fans, y Robert Carlyle merece una mención especial por su papel que es mejor mantener en secreto. Supongo que por eso no tiene crédito.
Como dato curioso, el estreno original sería el 13 de septiembre, pero el estudio la adelantó porque una demanda de Paul McCartney contra Sony revertirá los derechos de muchas de sus canciones en algún momento del otoño de este año, y querían tener la película en exhibición sin preocuparse por tener que dar más dinero al cantautor por el uso de sus canciones, sobre todo porque de los 26 millones que costó la película, 10 fueron para pagar por ellas. Como sea, la cinta ha recaudado más de 130 millones de dólares alrededor del mundo.
En resumen, Yesterday es una película entretenida que por momentos llega a ser entrañable, aunque la simplona trama y falta de conflictos hacen que se llegue a sentir vacua y forzada. Si son fans de los Beatles, seguro pasarán un buen rato. Sólo no lleven expectativas altas ni esperen algo de profundidad en la cinta, porque definitivamente no lo van a encontrar. Recomendada, pero con reservas.
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