En 1996, el artista francés Jean Giraud, mejor conocido como Mœbius, visitó México para participar en una serie de eventos organizados por la embajada de Francia. En uno de ellos dio una ponencia sobre el arte de hacer cómics, y unos días más tarde la revista La Jornada Semanal publicó una transcripción.
A continuación les comparto una versión revisada y editada por un servidor sobre aquella transcripción, aunque cabe aclarar que, más que un manual, se trata de una lista de consejos de uno de los artistas más reconocidos y respetados del siglo XX para cualquiera que esté interesado en dedicarse al arte secuencial.
Breve Manual Para Historietistas
Por Jean Giraud “Moebius”
1. Al dibujar, hay que limpiarse de sentimientos profundos (odio, felicidad, ambición, etcétera).
2. Es muy importante educar la mano y conseguir su obediencia para poder llevar a cabo las ideas. Pero hay que tener cuidado con la perfección. Demasiada perfección y demasiada rapidez pueden ser igual de peligrosas que sus opuestos. Cuando hay demasiada soltura o dibujos instantáneos, además de que hay errores, no existe ninguna voluntad del espíritu, sino sólo del cuerpo.
3. La perspectiva es sumamente importante, pues es una ley de manipulación (en el buen sentido) para hipnotizar al lector. Es bueno trabajar con espacios reales, más que con fotografías, para ejercitar nuestra lectura de la perspectiva.
4. Otra cosa que hay que aprender con cariño es el estudio del cuerpo humano. Las posiciones, los tipos, las expresiones, la arquitectura de los cuerpos y las diferencias entre las personas. El dibujo es muy diferente cuando se trata de un hombre o de una mujer, porque en el hombre se pueden cambiar un poco las líneas, existe una cierta imprecisión en su figura que se soporta, pero con la mujer la precisión debe ser perfecta, porque de otro modo se vuelve fea, y eso puede provocar su enojo, ¡y entonces ya no comprará nuestro cómic!
Para que el lector crea en la historia, los personajes deben tener vida y personalidad propias, gestos que vienen del carácter, de las enfermedades. El cuerpo se transforma con la vida, y hay un mensaje en su estructura, en la distribución de la grasa, de cada músculo, en cada arruga de la cara y del cuerpo. Es un estudio de toda la vida.
5. Cuando se hace una historia se puede empezar sin saber todo, pero haciendo anotaciones sobre el mundo particular de esa historia. Así es como el lector se reconoce y se interesa. Cuando un personaje muere en una historieta, y ese personaje no tiene una historia dibujada en su cara, en su cuerpo, en su vestido, no le importa al lector, no hay emoción. Y entonces los editores dicen: “Tu historieta no vale nada, sólo hay un muerto, y yo necesito veinte o treinta muertos para que funcione”.
Pero eso no es cierto: si el muerto, o herido, o enfermo, o aquel que está en problemas tiene una personalidad real que viene del estudio, de la capacidad de observación del artista, la emoción surge. En este estudio se desarrolla también una atención al otro, una compasión y un amor por la humanidad. Es muy importante para el desarrollo de un artista; si quiere ser un espejo, debe tener dentro de su conciencia al mundo entero, ser un espejo que mira todo.
6. Jodorowsky dice que no me gusta dibujar caballos muertos. Es muy difícil. Es muy difícil dibujar un cuerpo que duerme, que se abandona, porque en el cómic se estudia siempre la acción. Es más fácil dibujar gente que pelea, por eso a los norteamericanos les gusta dibujar superhéroes.
Es más difícil dibujar gente que habla, porque hay una serie de movimientos muy pequeños, pero que tienen un significado, y eso cuesta más, porque se necesita un amor, una atención al otro y a las pequeñas cosas que hablan de la personalidad, de la vida. Los superhéroes no tienen ninguna personalidad. Todos tienen los mismos gestos y movimientos (imita gestos de ferocidad, de pelea, de correr).
7. Igualmente importante es la ropa de los personajes, porque el estado, el material y la textura son una visión de sus experiencias, de su vida, de su situación en la aventura, que pueden decir mucho sin palabras. En un vestido hay mil arrugas y hay que escoger sólo dos o tres, pero las buenas.
8. El estilo, la continuidad estilística del artista, es una simbología, y se puede leer como el Tarot. Yo elegí el nombre de Moebius como un chiste cuando tenía 22 años, pero en realidad hay un significado en eso. Si tú traes una camiseta con un Quijote, eso me habla de quién eres. En mi caso, le doy importancia a un dibujo de relativa simplicidad, porque es así como se pueden hacer indicaciones sutiles.
9. Cuando un artista o dibujante sale a la calle, no ve las mismas cosas que la gente normal. Lo que ve es documentación sobre la manera de vivir, sobre la gente.
10. Otro elemento importante del dibujo es la composición. Hay que estudiar la composición de nuestras historias, porque cada página o cada cuadro es un rostro que mira al lector y que le dice algo. No se trata de una sucesión de viñetas sin significado. Hay viñetas llenas y vacías, otras con dinámica vertical u horizontal, y en eso hay una intención. La vertical anima, la horizontal calma. La oblicua hacia la derecha, para nosotros, occidentales, representa la acción que se dirige al futuro, en tanto que la oblicua hacia la izquierda dirige las acciones al pasado.
Los puntos representan una dispersión de energía. Algo puesto en el centro focaliza la energía y la atención, concentra. Son símbolos básicos de la lectura, que ejercen una fascinación, una hipnosis. Hay que tener una conciencia del ritmo, ponerle una trampa al lector para que caiga, y cae, se pierde, y se mueve dentro con placer, porque hay vida.
Hay que estudiar a los grandes pintores, a aquellos que hablan con sus cuadros, sin importar cual sea su escuela o de qué época sean, y hay que verlos con esa preocupación por la composición física, pero también por la emocional. De qué manera la combinación de las líneas en ese artista nos toca directamente el corazón.
11. La narración debe armonizar con el dibujo. Tiene que haber un ritmo visual (desde la colocación de las letras) y la trama debe manejar la cadencia correctamente para comprimir o para alargar el tiempo. Hay que tener cuidado con la elección y la dirección de los personajes. Usarlos como un director de cine y estudiar las distintas tomas.
12. Hay que tener cuidado con la influencia devastadora del cómic norteamericano en México, porque ellos sólo estudian un poco de anatomía, composición dinámica, los monstruos, las peleas, los gritos y los dientes. Es algo que también me gusta, pero hay muchas otras posibilidades que es necesario explorar.
13. Existe una conexión entre la música y el dibujo, pero esto también depende de la personalidad y del momento. Hace tal vez unos diez años que trabajo en silencio, y para mí la música es el ritmo de las líneas. A veces dibujar es estar a la caza de hallazgos, ¡y una línea justa puede ser un orgasmo!
14. El color es un lenguaje que el dibujante utiliza para manipular la atención del lector y para crear belleza. Hay color objetivo y subjetivo. Los estados de ánimo de los personajes influyen en el colorido, y la luz puede cambiar de un cuadro a otro según los espacios representados y la hora del día. Es necesario estudiar con atención el lenguaje de los colores.
15. Hay que tratar de crear historias cortas, pero de muy alta calidad, sobre todo al principio de nuestra carrera. Existen mayores posibilidades de terminarlas con éxito, y de poder colocarlas en revistas o con editores.
16. Hay ocasiones en las que nos dirigimos hacia el fracaso a sabiendas, porque elegimos un tema, una extensión, o una técnica que no nos conviene. Después no hay que quejarse.
17. Cuando se mandan originales a los editores y hay rechazo, hay que preguntar las razones. Hay que estudiar las razones del fracaso, y aprender de ellas. No se trata de una lucha, ni con nuestras propias limitaciones ni con el público o las editoriales. Se trata más bien de aprender a manejarlo como el aikido: la fuerza del que embiste puede ser utilizada para derribarlo con el mínimo esfuerzo.
18. Hoy en día es posible encontrar lectores en cualquier parte del planeta, y eso es algo que hay que tener presente. Para empezar, el dibujo es una forma de comunicación personal, pero esto no quiere decir que el artista se encierra en su burbuja. pues se trata de una comunicación con los seres cercanos y consigo mismo, pero también con gente desconocida. El dibujo es un medio para comunicarnos con la gran familia que no conocemos, el público, el mundo.
Maravilloso!
ResponderBorrarLo es, sí, señor.
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