miércoles, 25 de enero de 2012

Immortals (Inmortales)

Tarsem Singh es un director inusual. Su primera película, The Cell (La Célula) se estrenó hace más de diez años, y desde entonces sólo ha dirigido The Fall (El Sueño de Alexandria) e Immortals (Inmortales). Estilista capaz de crear impresionantes visuales, es innegable que puede crear películas bonitas, pero vacías.

Con The Cell recuerdo haber pensado que una historia interesante que justificara explorar el mundo onírico donde se desarrolla parte de la película habría hecho que se sintiera menos vacía, y aunque The Fall funciona mejor, se debe a la simpleza con que se aborda la narrativa.

Luego de que trabajó como director de segunda unidad en The Curious Case of Benjamin Button (El Extraño Caso de Benjamin Button) pensé que era posible que aprendiese algo de la estructurada manera de trabajar de David Fincher, pero parece ser que ése no fue el caso.

Immortals cuenta la historia de Hyperion (Mickey Rourke), un despiadado rey y guerrero que, decepcionado de los dioses, busca conquistar Grecia para después, con ayuda del mítico Arco de Epirus, destronar a los dioses del Olimpo y convertirse en el amo del mundo. Pero para localizar el arco, Hyperion necesita la ayuda de Phaedra (Freida Pinto), la Oráculo de Sybelline.


Durante su huida de las fuerzas del conquistador, Phaedra conoce a Teseo (Henry Cavill), un joven albañil originario de una aldea destruida por las fuerzas de Hyperion. Teseo parece haber abandonado todo deseo de vivir luego de que su madre fue asesinada por el propio Hyperion, pero Phaedra lo convence de que tiene un importante papel que jugar si es que el mundo tiene alguna esperanza de prevalecer ante la amenaza de Hyperion.

Mientras tanto, los dioses del Olimpo contemplan como se desarrollan los hechos, sin intervenir. Muchos de ellos desean responder a las plegarias de sus fieles y ayudarles a enfrentar a las tropas de Hyperion, pero Zeus (Luke Evans), les ha prohibido intervenir de cualquier forma, aún pese a las súplicas de Atenea (Isabel Lucas), quien no quiere dejar desamparados a los humanos.

 
Asistidos por un monje del templo y por Stavros (Stephen Dorff), un ladrón que decide unirse a su causa, Teseo y Phaedra escapan de sus captores y vuelven a la aldea de Teseo. Mientras éste realiza el ritual funerario para su madre, descubre por accidente el paradero del arco de Epirus, mismo que piensa utilizar para detener a Hyperion. Emboscados por los hombres de Hyperion, Teseo pierde el arco y sólo sobrevive gracias a la intervención de Atenea y Poseidón.

Furioso, Zeus destruye a Poseidón e informa a los humanos que los dioses no volverán a asistirlos, y que ellos solos deben hallar el modo de detener a Hyperion. Teseo y Phaedra logran llegar a la ciudad amurallada que es el último reducto de la resistencia de los helenos. Por desgracia sus súplicas y explicaciones no logran convencer al consejo de tomar acciones, pues estos están convencidos de que el arco es un mito y que es posible negociar con Hyperion.

 
Usando el arco Hyperion destruye el muro que protege a la ciudad, que sólo se salva de caer por la oportuna resistencia que Teseo logra organizar. En la confusión del combate Hyperion aprovecha para llegar hasta la cámara subterránea donde los dioses aprisionaron a los Titanes siglos atrás y consigue liberarlos.

Teseo lo alcanza pero no logra detenerlo, y ni el ni Stavros pueden hacer frente a los poderosos Titanes. Esto obliga a Zeus y los dioses a intervenir, combatiendo ellos contra los siniestros inmortales recién liberados mientras los griegos intentan contener los embates de las fuerzas conquistadoras. Teseo enfrenta en persona a Hyperion en una épica batalla que decidirá el futuro de Grecia y la humanidad.


Visualmente la película es un deleite, lo que no es ninguna sorpresa dados los antecedentes de Tarsem. Lamentablemente la historia no está bien contada, pues sufre de un ritmo narrativo irregular y tiene un guion lleno de huecos argumentales y diálogos acartonados.

Las actuaciones del elenco principal son cumplidoras, sobre todo considerando que ninguno de los actores tenía mucho con que trabajar. Esperaba ver algo más de Henry Cavill, pues aunque me gusta su trabajo en la serie de TV The Tudors no sé que tan buen actor sea en realidad. Por ahora sigue siendo casi desconocido, pero una vez que se estrene el reboot de Superman a cargo de Zack Snyder, donde llevará el papel principal, eso va a cambiar.

 
A fin de cuentas Immortals resulta una película medianamente entretenida, con actuaciones decentes y visuales muy atractivos, pero carente de sustancia o de una historia interesante. Los esfuerzos de Tarsem y sus protagonistas hacen que sea mejor que la reciente versión de Clash of the Titans, pero no por mucho. Recomendada sólo si no tienen nada mejor en que invertir dos horas de su vida.

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