M. Night Shyamalan es un director cuya carrera, en vez de ser comparada con una montaña rusa, como suele ocurrir, más bien se ve como una especie de descenso alpino.
Tras sorprender al mundo y ver catapultada su popularidad gracias a The Sixth Sense (El Sexto Sentido) y Unbreakable (El Protegido), entregó un par de películas controvertidas y con tantos detractores como fans: Signs (Señales), y The Village (La Aldea), y les siguió con una tercia de cintas indefendibles: Lady in the Water (La Dama del Agua), The Happening (El Fin de los Tiempos) y The Last Airbender (El Último Maestro del Aire).
Era evidente que su carrera necesitaba que se tomara un respiro, diera un paso atrás, y pensara con cuidado su siguiente paso. Devil (La Reunión del Diablo) puede ser el inicio de una nueva etapa, pues aunque no se trata de una película dirigida por el controvertido realizador de origen hindú, que sólo desarrolló la idea y es el productor de la película, parece un paso en la dirección correcta.
Devil es la primera de lo que serán tres películas conocidas como The Night Chronicles (juego de palabras con el nombre de pila de Shyamalan para significar al mismo tiempo Crónicas Nocturnas y Crónicas de Night), proyectos concebidos por él pero puestos en manos de otros directores, y los cuales harán énfasis en la presencia de elementos mágicos o sobrenaturales en entornos urbanos. El elegido para dirigir esta primera entrega fue John Eric Dowdle, cuyo único trabajo conocido a la fecha es Quarantine (Cuarentena), el desabrido e innecesario remake de la excelente [REC].
Devil toma inspiración de la historia popular conocida como La Reunión del Diablo, misma que es mencionada en la película y según la cual el Diablo gusta de tomar forma humana y circular por el mundo haciendo miserable la vida de los mortales mientras recolecta almas. En este caso se trata de cinco desconocidos: un vendedor, un guardia de seguridad, una mujer madura, una atractiva joven, y un hombre de apariencia desaliñada, quienes están atrapados en el elevador de un edificio de oficinas en el centro de Filadelfia y poco a poco se dan cuenta de que uno de ellos no es lo que parece y todo indica que el Diablo está entre ellos.
La premisa es simple pero prometedora, y la mayor parte de la película cumple con las expectativas. Los protagonistas son interpretados por actores prácticamente desconocidos pero que ofrecen actuaciones bastante aceptables, y la dirección es puntual y ágil. Al tratarse de un proyecto de bajo presupuesto (algo más de diez millones de dólares, mismos que recuperó en su primer fin de semana de exhibición) el resultado es una entretenida película para los amantes del cine del género.
Creo que la idea daba para más pero no fue así porque Shyamalan y compañía optaron por tomar la ruta más segura para contar una historia simple y buscaron resolverla de una forma ligeramente más efectista que efectiva, pero bastante entretenida.
Habrá que ver que clase de historias componen el resto de las Night Chronicles y quienes son los directores elegidos para llevarlas a la pantalla antes de hacer un juicio sobre si Shyamalan aún tiene algo que ofrecer al cine contemporáneo o si lo suyo fue solo una efímera llamarada de creatividad.
Recomendada para quienes gustan del género o para aquellos que buscan pasar un rato de entretenimiento escapista y con mínimas pretensiones.
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