En los últimos años hemos visto una avalancha de películas proyectadas en 3D. Se trata de una idea bastante antigua pero que hasta hace poco era poco efectiva. Los avances tecnológicos han permitido alcanzar el punto en que los proyectores 3D son viables, aunque esto no quiere decir que se trate de una tecnología perfeccionada. Mucha gente se queja de que después de un rato de ver una película con los lentes especiales empieza a sufrir de mareos o dolor de cabeza.
En su carta Murch detalla las razones por las que considera que el 3D no funciona y nunca lo hará. Este es un extracto de la carta en cuestión, traducido por un servidor:
El problema más grande con el 3D tiene que ver con la "convergencia y enfoque". Los otros problemas — como la oscuridad o la "pequeñez" — pueden, en teoría, ser resueltos. Pero el problema de fondo es que la audiencia debe enfocar sus ojos en el plano de la pantalla — digamos que a 20 metros de distancia. Esto será constante sin importar nada más.
Pero sus ojos deben convergir a 5 metros, luego a 15, después a 30, y así sucesivamente, dependiendo de la ilusión que esté en pantalla. Esto quiere decir que las películas en 3D requieren que enfoquemos a una distancia pero converjamos a otra. Y 600 millones de años de evolución nunca nos habían presentado este problema. Todos los seres vivientes con ojos siempre han enfocado y convergido en el mismo punto.
En el texto completo Murch explica además porque la imagen parece más pequeña y oscura, además de algunos otros detalles técnicos que resultan bastante interesantes. Pueden leer el texto completo (en inglés), en la entrada del blog de Ebert en que reproduce la integridad de la carta. Si a alguien le interesa, puedo traducir el resto del texto.
Y a ustedes ¿les provoca alguna molestia el 3D? ¿consideran que se trata de una moda pasajera, o realmente tiene futuro esta tecnología en el mundo del entretenimiento?
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