El verano cinematográfico suele llenarse principalmente con dos clases de películas: las infantiles, para aprovechar las vacaciones escolares, y los blockbusters de acción/aventuras, muy atractivos para los adolescentes. De entre las infantiles las más exitosas suelen ser las animaciones, terreno en el que desde hace varios años la principal competencia se da entre Disney/Pixar y Dreamworks.
Pero este año se unió a la competencia un tercer participante: Illumination Entertainment, la nueva división de animación digital propiedad de Universal Pictures, cuya primera producción representa un excelente primer paso en este terreno.
Despicable Me sigue las aventuras de Gru, un personaje que, según se nos explica, solía ser el villano más grande del mundo. Pero las fechorías de Gru han ido a la baja en tiempos recientes y la caída de su reputación ha alcanzado un punto de crisis, pues alguien se robó la Gran Pirámide egipcia, y no fue él. Todo indica que Vector, un nuevo villano más joven y con ideas frescas, está detrás del robo y tiene todas las intenciones de convertirse en el villano más importante y temido en el mundo.
Si Gru desea recuperar el respeto y gloria que alguna vez tuvo, necesita hacer algo grande y rápido. ¿Qué podría ser más espectacular que robarse la Luna? Lamentablemente, para llevar a cabo su plan necesita conseguir un rayo reductor que se encuentra en poder de Vector, cuya guarida es prácticamente impermeable, siendo su única debilidad una desmedida obsesión por las galletas y golosinas.
A fin de penetrar sus defensas y robar el rayo, Gru decide adoptar a tres niñas huérfanas que son las encargadas de entregar las galletas en casa de Vector. Lo único que su plan no contemplaba era que las niñas llegasen a representar para él algo más que una herramienta para su plan.
Normalmente evito ver películas dobladas, pues encuentro deleznable el nivel de calidad tanto de las traducciones como del doblaje mismo, además de que las distribuidoras insisten en la necedad de incluir a celebridades de moda en las voces principales e incluso llegan a alterar los diálogos para que encajen con el "humor" de sus "estrellas".
Por fortuna ése no fue el caso con Despicable Me (Mi Villano Favorito), pues aún cuando incluye a un par de celebridades que prestan sus voces a Gru (Andrés Bustamante) y Vector (Aleks Syntek), parece que hubo más cuidado en el aspecto de la traducción. Y eso es bueno por más de una razón, pues la película no se estrenó en México en versión subtitulada.
Sin duda uno de los principales atractivos de la película son los minions, los diminutos esbirros de Gru que le ayudan en toda clase de labores y misiones, y quienes de la noche a la mañana se convirtieron en un fenómeno de popularidad, reflejado en la gran cantidad de juguetes y mercancía disponibles, además de varios juegos y aplicaciones en línea protagonizados por esos simpáticos personajes.
La película resulta muy divertida y puede ser disfrutada por público de todas las edades, algo que cada día resulta menos frecuente, pues salvo algunas excepciones (Pixar y Dreamworks, principalmente), las películas infantiles suelen resultar poco atractivas para un público adulto, y se convierten en un suplicio el tener que acompañar a los hijos, sobrinos o vecinos al cine.
En resumen, Despicable Me es una gran opción para disfrutar en compañía de amigos o familia, garantizando un rato de sano entretenimiento y diversión para todos.
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