Hace un par de años empezaron a circular rumores sobre una posible adaptación al cine de Solomon Kane, personaje creado por el escritor estadounidense Robert E. Howard
A lo largo de los años he leído muchas historias de Howard, pero la gran mayoría de ellas han sido de otros personajes, así que no estoy tan familiarizado con Solomon Kane, de quien sé un poco sobre su origen y el mundo en que se dan sus aventuras.
Si menciono esto es para aclarar que cuando acudí al cine para ver la reciente adaptación fílmica escrita y dirigida por Michael J. Bassett, lo hice sin prejuicios o falsas expectativas sobre el personaje o la historia, y bajo esas circunstancias resultó una experiencia bastante agradable.
Solomon Kane (James Purefoy) era un mercenario inglés que participó en varias guerras y saqueos durante años antes de enfrentar cara a cara las consecuencias de sus actos. Tras asaltar un castillo en Medio Oriente, Kane enfrenta a una aparición sobrenatural que le informa que su alma pertenece al Diablo y es hora de entregarla. Kane se rehúsa a dejarse matar y renunciar a su alma, por lo que pelea y escapa.
Durante años se refugia en un monasterio al norte de Inglaterra, renuncia a su pasado violento y hace todo lo posible por enmendar sus errores para aspirar a la salvación de su alma. Pero la oscuridad que lo acecha parece amenazar la paz de su santuario, y los monjes le exigen abandonarlo. Exiliado y sin hogar, Kane empieza a caminar rumbo al sur sin estar seguro de qué hacer.
En el camino es atacado y asaltado, pero es recogido por un predicador puritano (Pete Postlethwaite) y su familia, quienes viajan hacia el suroeste con intenciones de embarcarse al Nuevo Mundo. Kane acepta su hospitalidad y decide acompañarlos hasta la costa, pues aún no está seguro de cual será su siguiente paso. Mientras tanto, la región que atraviesan sufre de los embates de una horda de rapaces guerreros, quienes esclavizan y secuestran a gente de todas las aldeas, dejando tras de si un rastro de destrucción y muerte.
Cuando Kane y los peregrinos puritanos son atacados, olvida sus votos de jamás volver a usar la violencia e intenta rescatar a Meredith, la hija del predicador, sin saber que eso lo llevará de vuelta a su primer hogar para lidiar con los más oscuros secretos de su pasado. La película es un viaje a una era oscura y llena de supersticiones que recrea la campiña inglesa del siglo XVIII y le da tintes de pesadilla.
La actuación de Purefoy es bastante sólida, y de concretarse los planes del director de realizar una trilogía, podría ser lo que necesita para alcanzar el estrellato que hasta ahora lo ha eludido. Veteranos como el mencionado Postlethwaite o el legendario Max von Sydow, que interpreta a su padre, añaden credibilidad a esta producción independiente realizada en Europa y que no ha encontrado distribuidor en Estados Unidos.
Solomon Kane (Cazador de Demonios) es una entretenida película de aventuras y debe resultar del agrado de los aficionados al género de fantasía y aventuras o, mejor dicho, al de espada y hechicería. Tal vez el único pero sea que, por momentos, la historia no tiene la dinámica y ritmo ideales, pero eso se debe a la necesidad de explicar el origen del personaje. Sin duda las bases están puestas para construir una sólida y entretenida franquicia. Recomendada para los aficionados al género.
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