El día de ayer salió a la venta en tiendas especializadas el número 27 de la serie Planetary, publicada por el sello Wildstorm, perteneciente a la empresa DC Comics. Aún cuando aparentemente sería un número como cualquier otro, no es así, pues se trata del último número de la serie, misma que comenzó a mediados de 1999.
Veintisiete números y un puñado de especiales en algo más de diez años no suena como algo para presumir, pero la verdad es que los problemas de continuidad se dieron en los últimos cuatro o cinco años, pues aparecía sólo un número por año. La totalidad de la serie fue escrita por Warren Ellis e ilustrada por John Cassaday, con coloreado digital de Laura Depuy-Martin y Mike Baron.
Planetary esta sentada en el Universo Wildstorm y es una de las series que más he disfrutado en los casi treinta años que tengo leyendo cómics. El primer número de la serie introducía a Elijah Snow, un hombre frío (literalmente), malhumorado y misterioso, quien es reclutado por una organización llamada Planetary, que es una fundación independiente dedicada a investigar fenómenos extraños o, como ellos mismos lo llaman, a "descubrir la historia secreta del siglo XX".
Para su primera misión, Snow acompaña a los otros dos integrantes del equipo de campo, Jakita Warner y Drummer, a investigar una montaña dentro de la que descubrieron una construcción secreta. Ahí encuentran restos de una batalla y a un hombre aún con vida: el Dr. Axel Brass. Éste les cuenta lo que ocurrió y narra la épica batalla entre su equipo, un grupo de aventureros basados en algunos de los más memorables personajes de los pulps (el propio Brass es un homenaje a Doc Savage), publicaciones de ficción muy populares durante el primer tercio del siglo pasado, y un grupo de superhéroes de otra dimensión, que presenta una notable similitud con la Liga de la Justicia.
Las historias en los números siguientes giran en torno a misterios relacionados con toda clase de vertientes narrativas y temas de la ficción popular del siglo pasado: monstruos gigantes, fantasmas, magia, policías traicionados, agentes secretos, viajeros espaciales e interdimensionales, instalaciones militares llenas de secretos, científicos locos, etc. Planetary es un extraordinario viaje por la ficción del siglo XX en todas sus formas y medios, llevados de la mano por un autor apasionado por el tema, y representa una entretenida lectura para todos aquellos que gustan de la ficción fantástica.
El último número me gustó bastante. El arco principal de la serie cerró en el número anterior, y el propio Ellis comentó en múltiples ocasiones que el último sería más bien un epílogo, y decía la verdad. El final es apropiado, pues abre tantas interrogantes y posibilidades como las que resolvió en los números pasados. Si les gusta el cine, la tv y la literatura fantástica, seguro hay un número de la serie que aborda algún tema que pudiera interesarles. Aun si no son lectores de cómics, si alguna vez han sido aficionados a la ciencia ficción, fantasía, terror o suspenso, me atrevería a sugerir que le echen un vistazo a Planetary, pues podría sorprenderlos.
Por otro lado, tenía que mencionar la conclusión de la serie por cuestiones personales. Si empecé a escribir y eventualmente hallé en los blogs el modo de hacerlo de forma regular, se debe en buena medida a esta serie, pues por ella me convertí en traductor y articulista para Grupo Editorial Vid, donde me encargué de traducirla durante varios meses. Si no me equivoco se publicaron los primeros doce números, casi todos acompañados de un artículo en el que comentaba las referencias o temas exploradas en cada uno. Muchas veces pensé en reproducir aquí esos artículos, pero nunca lo hice porque me parece que sin el cómic no hay el contexto para que se entiendan apropiadamente.
Si les interesa saber un poco más acerca de ésta serie, hace un par de años escribí un artículo para Comicverso, en el que explicaba un poco más sobre la forma en que está escrita y añadía enlaces a otras fuentes. Se siente extraño pensar que ya no habrá más números de esta serie, que además de haberse convertido en una de mis favoritas representaba algo tan especial. Por fortuna me quedarán los números sueltos y las compilaciones para poder revisitar el fascinante mundo de secretos y misterios que se esconde entre sus páginas.
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