David Ayer es más conocido en Hollywood en su faceta de guionista, pues ha sido responsable de los libretos de películas como U-571, The Fast and The Furious, Training Day o Dark Blue, aunque ya había hecho su debut como director hace un par de años con Harsh Times, que él mismo escribió.
En esta ocasión dirige una cinta basada en una historia de James Ellroy, famoso novelista autor del "Cuarteto de los Angeles", tetralogía formada por las novelas The Black Dahlia, L.A. Confidential, White Jazz y The Big Nowhere. El guion pasó por muchas manos hasta que Kurt Wimmer (Equilibrium, Ultraviolet) realizó la versión final con que trabajó Ayer
Street Kings cuenta la historia de Tom Ludlow (Keanu Reeves), un duro policía de la División Antivicio del Departamento de Policía de Los Angeles, quien es el responsable de llevar a cabo ciertas operaciones "especiales" que no siempre son sancionadas por el Departamento.
Su jefe, que es quien encomienda dichas operaciones, es el Capitán Jack Warden (Forest Whitaker), un veterano oficial a quien todo mundo debe favores, lo que aprovecha para sacar ventaja en cada oportunidad que se le presenta. Warden tiene la idea de que, en ocasiones, para hacer justicia es necesario tomarse ciertas libertades con la forma de interpretar la ley y hacerla cumplir.
Las actividades extracurriculares de Warden y sus subordinados atraen la atención del Capitán James Biggs (Hugh Laurie), de la división de Asuntos Internos, quien está convencido de que Warden es corrupto y que bajo sus órdenes sus oficiales cometen toda clase de actos ilegales durante sus operativos, por lo que decide mantener vigilado a Ludlow.
Lo que sigue es más de hora y media de intriga y traiciones en una ciudad donde aparentemente no queda un solo policía honesto. La historia tiene poco de original, pues muchos de los temas tratados en ella son recurrentes tanto en el trabajo de Ayer como en el de Ellroy, y seguramente en unos cuantos años será difícil recordar si alguna escena en particular era parte de Training Day, Dark Blue o Street Kings. Sin embargo, la película tiene sus detalles rescatables. Visualmente hablando tiene una enorme deuda con Michael Mann.
Tomas panorámicas de la ciudad y el desierto que la rodea aparecen entre escenas, normalmente a alta velocidad y con un grano reventado como el que Mann usa en sus películas, y cada vez que hay una secuencia de persecución o un tiroteo el montaje está hecho la cámara al hombro, otra característica que es uno de los sellos del veterano realizador y productor.
Keanu Reeves se ha sacudido los manerismos que marcaron su trabajo durante décadas e interpreta un papel sin que uno piense en Johnny Utah o Neo. Lamentablemente esta no es la clase de película donde pueda presumir de su progreso, pues cada pocos minutos tiene que compartir escena con Whitaker o con Laurie y es relegado a segundo plano.
El resto del elenco está formado por una combinación de jóvenes y veteranos actores con bastante experiencia en papeles secundarios. Chris Evans aparece en el papel de un joven policía con deseos de agradar a sus superiores, en tanto que Jay Mohr forma parte del corrupto grupo de oficiales leales a Warden. Naomi Harris interpreta a la viuda de un oficial víctima de las intrigas del Capitán y también aparece la mexicana Martha Higareda en el papel de la enfermera novia de Ludlow, y ésta es la primera película que veo donde ella aparece.
En resumen, Street Kings es una historia policíaca medianamente entretenida que debe resultar del agrado de los fans del género, siempre y cuando no esperen encontrar algo memorable u original, y puede resultar una buena manera de relajarse después de un día de trabajo.
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