domingo, 1 de octubre de 2006

Mutantes para Dummies: Génesis mutante

Contrario a lo que se pudiera pensar, los mutantes en el Universo Marvel no surgieron con la aparición, en septiembre de 1963, del número 1 de X-Men, cómic escrito por Stan Lee e ilustrado por Jack Kirby. Un año antes, en las páginas de Amazing Adult Fantasy #14, apareció la primera historia en que un personaje fue identificado como "mutante". Escrita por Stan Lee y dibujada por Steve Ditko, "The Man in the Sky" es comúnmente reconocida como una historia predecesora de los X-Men, y su protagonista como una temprana versión de lo que sería el Profesor Xavier.

DE forma retroactiva se ha identificado a personajes más antiguos, como Namor el Submarinero o Toro (Thomas Raymond, compañero y protegido de Jim Hammond, la Antorcha Humana original) como los primeros héroes mutantes del Universo Marvel. Namor apareció por primera vez (bueno, no exactamente, pero para fines prácticos digamos que sí) en Marvel Comics #1, en abril de 1939, y Toro en Human Torch #2, en el otoño de 1940, ambos publicados por Timely Comics, compañía que cambió su nombre a Atlas Comics en los 50 y a Marvel Comics en los 60.



Sin embargo, ninguno de esos personajes pertenece a la misma clase de mutante que los personajes que hallamos en las páginas de la familia de títulos de los X-Men. En cuanto a quién sería el mutante más antiguo dentro de la continuidad de Marvel, ése es un tema que prefiero dejar para futuras entregas a fin de no tener que explicar en unas cuantas líneas y en tan temprana entrega de esta columna a personajes tan complicados como Apocalypse, Mr. Sinister, los X-ternals, Mystique, o el propio Wolverine.

Prefiero dedicar este espacio, con la indulgencia de los lectores, claro, a hablar un poco de lo que hay detrás de la creación del grupo de héroes más popular del mundo del cómic y las diferentes formas en que se les ha interpretado a lo largo de los años.

En la entrega anterior mencioné que Stan Lee tuvo la idea de los mutantes, seres diferentes desde su nacimiento con el potencial de desarrollar poderes superhumanos, con el único fin de tener un origen común que permitiese introducir nuevos personajes sin necesidad de una historia de origen para cada uno. Pero a lo largo de los años la idea ha sido identificada como una metáfora de la intolerancia hacia las minorías. Tomando en cuenta que el cómic apareció a principios de los 60, no es sorpresa que más de uno los interprete como una metáfora del racismo e intolerancia comunes en los Estados Unidos.

Al elaborar sobre la metáfora antirracista y el sueño de convivencia, suele compararse al Profesor Xavier con la figura histórica del reverendo Martin Luther King, promotor de la igualdad de derechos y convivencia pacífica entre las razas, cuyo discurso más famoso es "Tengo un sueño". En contraposición, a Magneto se le equipara con el activista militante Malcolm X.

En el cómic hemos visto turbas dispuestas a linchar mutantes, además de haber creado grupos similares a organizaciones racistas y xenófobas, como el Ku Klux Klan en la forma de los Amigos de la Humanidad, o los Purificadores de Stryker.

También se creó una nación africana ficticia, Genosha, donde los mutantes eran tratados como seres inferiores y obligados a vivir apartados de los humanos "normales", de un modo muy similar a el apartheid sudafricano. Pero no solo se ha identificado a los X-Men como una crítica al racismo, sino también a otras demostraciones de intolerancia, más notablemente religiosa o en relación a la orientación sexual.

En años recientes se ha hecho énfasis al tema de la homosexualidad como parte del subtexto en las historias de mutantes, sobre todo por algunas actitudes manifestadas por muchos personajes. Ocultar su verdadera naturaleza para evitar el rechazo de la sociedad, el miedo a hablar del tema con sus padres, etc. Y el hecho de que los poderes de un mutante aparezcan durante la pubertad, cuando suele iniciar la vida sexual de los jóvenes, es otro hecho que se señala como similitud.

En X-Men 2 hay una escena donde Bobby Drake, Iceman, rodeado de sus compañeros habla con sus padres para explicarles la verdad sobre su persona, de forma muy similar a como se da esa confrontación entre jóvenes homosexuales y sus padres. Bryan Singer, director de la película, es abiertamente homosexual, y la escena fue preparada en colaboración con Sir Ian McKellen, que interpreta a Magneto y también es homosexual.

En los 90 hubo una historia de largo desarrollo sobre un virus llamado Legacy, que se propagaba únicamente entre mutantes. Cuando más adelante se reveló que los humanos también podían contagiarse, hubo comparaciones con el SIDA, del que en un principio había la creencia popular de que sólo podía ser contraído por homosexuales.

También podemos hallar referencias al anti-semitismo en las historias de estos personajes.

Magneto es judío y fue prisionero en un campo de concentración nazi. Para él, la situación de los mutantes puede llegar a ser como la de los judíos en la Alemania Nazi. En el ya mencionado estado ficticio de Genosha, los mutantes en los campos de trabajo eran tatuados con un número en la frente, de forma similar a como los nazis marcaban a los prisioneros de los campos de concentración. En la tercera película de la saga, un joven mutante le pregunta a Magneto, ¿si eres un mutante, donde está tu marca?, a lo que Magneto responde mostrando el número en su brazo.

Esas referencias a temas de actualidad no son las únicas. En menor medida, también ha habido alusiones a discriminación religiosa, a grupos subculturales, e incluso al comunismo. Pero, ¿qué tanto es intencional? La mayoría de la ficción contemporánea integra temas de actualidad o refleja el entorno en que fue creada, pero en ocasiones se da de manera inconsciente o sin pretender convertir a la ficción en material de propaganda.

Y tengo la firme convicción de que los X-Men no son la excepción. Si bien al momento de su creación eran temas de actualidad la segregación racial, el sentimiento de desconfianza hacia los católicos, o la psicosis republicana de "la amenaza roja", tengo la impresión de que Stan Lee tenía en mente una analogía más común y menos politizada: la adolescencia y la rebelión juvenil. Me explico.

Los mutantes de Marvel manifiestan sus poderes durante la pubertad o los primeros años de la adolescencia, periodo en el que aparecen los primeros rasgos del carácter y personalidad que los jóvenes tendrán como adultos. También se menciona que los mutantes son "el próximo paso en la evolución del hombre", y que están destinados a ser el grupo dominante en el planeta. ¿No sería más creíble pensar en estas alusiones como una referencia a los jóvenes como el futuro de la humanidad o herederos del planeta?


Incluso se podrían interpretar como una velada crítica al clima de represión paterna que vivían los adolescentes de la época, cuando algunas modas y manifestaciones culturales emergentes eran mal vistas por sus mayores y que a finales de esa década culminarían en movimientos sociales alrededor del mundo.

Stan Lee suele ser menospreciado como escritor, principalmente por sus pobres recursos estilísticos, pero hay que reconocer que tenía una voz que hallaba eco en los jóvenes de su época. En el peor de los casos, habría que reconocer que el hombre tenía un talento natural para conectar con sus lectores, ya fuese acompañando sus sueños de aventura y descubrimiento (Fantastic Four), o reflejando la frustración y angustia de crecer y asumir responsabilidades en un mundo que no confiaba en ellos (Spider-Man, X-Men).

Por esta semana es todo. Después de este largo interludio reflexivo, prometo que la próxima semana empezaré, ahora sí, a hablar de las historias y personajes de este interesante Universo. En Mutantes para Dummies 03: El Profesor Xavier y los X-Men originales.



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