Esta semana la dedicaremos a la primera encarnación de los X-Men, introducidos al público por Stan Lee y Jack Kirby en las páginas de X-Men #1, publicado en septiembre de 1963.
Estos cinco adolescentes fueron reclutados por el Profesor Charles Francis Xavier como los primeros alumnos de la Xavier School for Gifted Youngsters (Escuela Xavier para Jóvenes Dotados), misma que unos años más tarde fue rebautizada como el Xavier Institute for Higher Learning (Instituto Xavier de Educación Superior), y cuya sede es una vieja mansión que se encuentra a las afueras de Nueva York, en Salem Center, Condado de Westchester.
Los primeros números de la serie no fueron tan bien recibidos como otros títulos de Marvel (Fantastic Four, The Avengers, The Amazing Spider-Man) y los X-Men pronto se convirtieron en el "patito feo" de la editorial. Considerados por muchos como un simple capricho de Stan Lee, las aventuras del equipo se publicaron de manera bimestral por poco más de dos años, cambiando la periodicidad a mensual a partir del número 14 gracias a la "impresionante demanda popular".
Stan Lee escribió los guiones hasta el número 19, contando con la colaboración de Kirby en los argumentos a partir del número 12. Kirby dibujó los primeros once números e hizo los bocetos para los siguientes ocho, dibujados por Werner Roth. El Rey también ilustró esas diecinueve primeras portadas. A partir del número 20 la serie corrió a cargo de Roy Thomas en los guiones y Roth (que solía firmar bajo el seudónimo Jay Gavin) en el dibujo, y ambos se encargaron del título por poco más de veinte números.
Muchos villanos de aquellos primeros números son olvidables, sobre todo por lo inútil o ridículo de sus poderes. Unus the Untouchable (Unus el Intocable), a quien nadie podía tocar; The Vanisher (El Desvanecedor), que se desvanecía en el aire, o The Voice (La Voz), cuya voz tenía propiedades hipnóticas. También en esa época debutaron personajes fundamentales del universo mutante, como Magneto y la Hermandad de Mutantes Malvados (Quiksilver, Scarlet Witch, The Blob, Toad y Mastermind, en su alineación original) o Juggernaut, así como elementos retomados más adelante, como los Centinelas, la Tierra Salvaje, o las insinuaciones a un pasado común entre Magneto y Xavier.
Cuando empieza la serie nos encontramos con que los X-Men son un equipo formado por cuatro jóvenes que entrenan bajo la tutela del Profesor Xavier. En el mismo primer número, Xavier anuncia a sus alumnos que recibirán a un nuevo estudiante. Más tarde Jean llega a la Mansión y sorprende e impacta a todo el equipo con su belleza. Los jóvenes se desviven por atenderla y tratan de impresionarla, con excepción de Bobby, quien como el más joven del grupo no entiende por qué tanto alboroto.
Por su parte, ella se siente intrigada y atraída por el más tímido y reservado de ellos, Scott. Durante meses se dio una especie de triángulo amoroso con Warren y Scott compitiendo por la atención de Jean, a pesar de que Scott está convencido de que no puede competir con el atractivo y rico heredero de los Worthington. Por más de veinte números los lectores pudieron leer a esta pareja amarse en secreto sin atreverse a revelar sus sentimientos.
Tal vez lo más destacado de esos primeros y engañosamente simples números, es la aparición de datos y hechos más tarde desmentidos, contradecidos, o simplemente ignorados gracias a una costumbre ahora conocida como "retcons" (retroactive continuity = continuidad retroactiva) . Cuando Jean llega a la escuela aparentemente no conoce a nadie. Sin embargo, años más tarde se revela que Xavier y ella se conocieron años atrás, cuando los poderes telepáticos de Jean se manifestaron a los diez años de edad en una experiencia traumática que la dejó en un estado catatónico del que sólo Xavier la pudo sacar.
En el primer número Xavier narra una versión del origen de sus poderes y cuenta a sus alumnos (y a los lectores) que perdió el uso de las piernas en un accidente cuando era niño. Pero en el número 9 menciona un enfrentamiento años atrás en la India con el villano Lucifer como la causa de su parálisis. Hay más ejemplos de ajustes retroactivos, como el origen y función de los centinelas o el origen de Cyclops. La mayoría se dieron en los 80 y 90 en historias aparecidas como complemento en la serie de reimpresiones X-Men Classics (Classic X-Men en sus primeras entregas), aunque otros aparecieron en la misma serie regular.
Como mencioné antes, la popularidad del título distaba mucho de ser ideal, pero por alguna razón Stan Lee se resistía a cancelar la serie, que cambió de equipo creativo en varias ocasiones, pasando por sus páginas muchos artistas, algunos de los cuales eran prometedores principiantes, pero también hubo algunos veteranos reconocidos.
Eventualmente el título recibió al que sería el segundo tándem creativo digno de recordarse en la serie: Roy Thomas y Neal Adams. Pero su trabajo y los cambios que hicieron con su interpretación de estos jóvenes héroes mutantes será el tema de la próxima entrega de Mutantes for Dummies, donde además empezaremos una nueva sub-sección.
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