Este fin de semana, bajo el inusual título de "9 Orgasmos", se estrenó en México la penúltima cinta del director inglés Michael Winterbottom, y quizá el título fue factor para que la película se exhiba en nuestro país bajo la clasificación D, que suele reservarse para el cine porno.
9 Songs es un interesante experimento audiovisual que ha sido recibido críticas encontradas. Las escenas de sexo explícito parecen ser una distracción que impide que la audiencia se centre en la película, que a fin de cuentas es una historia de amor.
Conforme avanza la película se va haciendo evidente que lo suyo no tiene futuro, aun si a Matt le cuesta trabajo aceptarlo. También vale la pena resaltar que Winterbottom busca realismo y evita las secuencias coreográficas comunes en el cine comercial al presentar escenas de sexo.
Los conciertos también están filmados como los experimenta la mayoría de la gente en la vida real: detrás de más gente y con una vista general del escenario en lugar de los acostumbrados close ups de la banda que crean la impresión de que el público es irrelevante. La parte más interesante de la película, como debería ser claro desde el título, es la música.
Winterbottom toma un gran riesgo en la forma de contar su historia y no sale del todo bien librado. En vez de explorar a sus personajes a través de diálogos o reacciones ante situaciones, intenta que las nueve canciones a que se refiere el título cuenten la historia, pero eso requiere mayor participación a la que el espectador promedio está acostumbrado, y deja la sensación de que la película está incompleta.
Al terminar la película escuché un par de comentarios que lo ejemplifican claramente: "Oye, al menos el porno pretende tener trama", y "Hay segunda parte, ¿verdad?". 9 Songs no es una película que cualquiera pueda disfrutar. Si se ofenden fácilmente con el sexo explícito o prefieren historias predigeridas, mejor evítenla. Pero si desean experimentar técnicas narrativas originales o son fans de las bandas participantes, vale la pena verla.
Las bandas que colaboran con la cinta y su banda sonora son: Black Rebel Motorcycle Club, The Von Bondies, Elbow, Franz Ferdinand, Primal Scream, The Dandy Warhols, Goldfrapp, y Super Furry Animals, y hay música adicional de Michael Nyman. El DVD está a la venta en nuestro país desde hace un par de meses por el precio de dos entradas al cine, así que hay opciones para verla.
Texto originalmente publicado en el blog de música de Monoaural
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