Hola. Disculparán que inicie con un tema serio, pero es la clase de cosa que no es fácil sacarse de la cabeza.
El mundo entero está preocupado por la situación en Ucrania. Luego del inicio de las hostilidades, hace ya más de tres semanas, Rusia está exhibiendo que su poderío militar es sólo apariencia, un fantasma del pasado. Lo que creían sería una ocupación casi pacífica que les tomaría un par de días, se ha convertido en un conflicto que no parece vayan a ganar.
Eso no significa que la situación no sea grave. Los antecedentes indican que Putin no sabe aceptar una derrota. Además, guerra es guerra, y mientras ésta siga habrá muerte y sufrimiento. Sólo resta esperar que el resto del mundo siga con las sanciones en contra de Rusia para sentar un precedente, aunque ver que otras repúblicas ex soviéticas alzan la voz es algo que genera esperanzas.
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Pasando a cuestiones más personales, en el último par de semanas he pasado mucho tiempo en clínicas y hospitales. Del seguro social por fin recordaron que hace un par de años me habían revisado los ojos, y me enviaron a ver especialistas. Primero un oftalmólogo, que me interrogó sobre mi historial de cirugías y concluyó que todo se veía estable, y luego al Centro Médico, pues consideró que no estaba de mas que me revisara un retinólogo.
Como resultado de eso, y luego de más de cuatro horas en el lugar, salí de ahí con una nueva sesión de fotocoagulación (láser aplicado al interior del ojo) y una cita para que me revisen de nuevo el próximo mes. La buena noticia es que todo parece estar en orden, la mala que seguramente volveré a pasar un largo rato en el lugar.
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En temas más acordes a los que creo los traen por acá, hace unos días se anunciaron los finalistas a los Nebula Awards, galardón otorgado por los Science Fiction and Fantasy Writers of America (SFWA) que premia a lo mejor de la literatura de ciencia ficción y fantasía del año anterior. Suelo poner atención a estos anuncios para mantenerme al día con las novedades del género y en busca de títulos que añadir a mi pila de pendientes de lectura, pero este año el anuncio incluyó una nota digna de destacar.
Martha Wells, veterana escritora que en años recientes ganó fama y popularidad gracias a la excelente saga de novelas cortas Murderbot (de las que ya comenté un par en el blog), declinó la nominación recibida por Fugitive Telemetry, la más reciente entrega de la serie. La autora considera que Murderbot ha recibido bastante apoyo y difusión por parte de sus colegas, y prefería que otra obra recibiera la atención. Antes de tomar su decisión, consultó con el organismo sobre qué pasaría si declinaba la nominación, pues no tenía caso hacerlo si otra obra no ocupaba su lugar.
Resulta que de la larga lista de material propuesto para cada premio, se eligen como finalistas las cinco obras más votadas, y este año había tres novelas empatadas en sexto lugar, así que luego de que Wells retiró su libro, la categoría acabó con siete nominados en lugar de los habituales cinco, lo que da un valor extra a su decisión de ceder los reflectores. Sin duda fue un gran gesto de generosidad de una excelente escritora.
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Pasando a temas más simples y en el mundo del entretenimiento, ando muy atrasado con mis reseñas, así que aquí van algunas breves impresiones de cosas que he visto recientemente.
Estamos Muertos. Los zombis coreanos ganaron popularidad tras el estreno hace unos años de la excelente Train to Busan (Estación Zombie), y desde entonces se han producido en aquel país varias otras películas y series del género. La más reciente es Estamos Muertos, serie basada en el webcomic Now at Our School, de Joo Dong-geun, publicado hace más de diez años. La serie está ambientada en una secundaria y sigue a un grupo de adolescentes que luchan por sobrevivir cuando una infección zombi se esparce por su escuela.
El escenario se presta para entretenidas y bien montadas secuencias de acción, y aunque doce episodios de casi una hora de duración cada uno parecen demasiado para una historia de zombis, el gran balance entre acción y drama interpersonal hace que el resultado valga la pena. Solía bromear diciendo que la mayoría de las series surcoreanas tienen un aire de telenovela, pero eso no tiene por qué ser malo, y ésta es una telenovela de zombis que vale mucho la pena. La verdad, no me molestaría nada si deciden hacer una segunda temporada. (Netflix)
Arcane. Cuando apareció esta serie animada y vi los avances, me llamaban mucho la atención los visuales, tanto por la animación por el diseño de personajes y escenarios. Lo que me hacía dudar entre verla o no era que estuviera basada en un videojuego (League of Legends). Pero seguía encontrando comentarios positivos, así que decidí verla, y me alegro de haberlo hecho. No sólo se trata de una cuidada y excelente animación, sino que tiene una historia interesante y bien contada, con personajes bien desarrollados, conflictos interpersonales y un destacado trabajo del elenco de voces.
La serie mezcla una historia sobre madurar y convertirse en adulto, con la necesidad de pertenencia, todo en medio de un entorno steampunk que incorpora un conflicto entre magia y tecnología al centro de una serie de intrigas políticas y económicas, aderezada además con toda clase de comentarios sociales. Se trata de una opción de entretenimiento bastante recomendable, y lo difícil será la espera hasta el estreno de la segunda temporada. Por cierto, la serie ganó los nueve premios Annie a que fue nominada. (Netflix)
Fresh. Este thriller de horror y comedia marca el debut como directora de Mimi Cave, sobre un guion de Lauryn Kahn. La cinta es protagonizada por Daisy Edgar-Jones, que interpreta a una chica que sólo ha tenido malas experiencias al navegar las apps de citas. Entonces conoce a alguien que parece el hombre perfecto, interpretado por Sebastian Stan. Pero si algo parece demasiado bueno para ser cierto... Ésta es la clase de película que se disfruta más entre menos sepan acerca de la trama. Confíen en mí y échenle un vistazo, luego me dan las gracias. (Star+)
Kimi. La más reciente película de Steven Soderbergh es un excelente thriller de intriga y suspenso en que una analista que trabaja optimizando las respuestas de un asistente virtual descubre evidencia de un posible crimen, pero además de sus problemas de salud mental debe lidiar con gente poderosa que hará lo que sea para evitar que todo salga a la luz. Un tenso guion de David Koepp y la gran dirección de Soderbergh resaltan el talento interpretativo de Zoë Kravitz. Sin duda una película muy recomendable, además de buena opción para quienes prefieren películas cortas, pues no llega a la hora y media de duración. (HBO Max)
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Ya para terminar, no quiero dejar de comentar lo ocurrido en los últimos días en la NFL. La CoviDiva Aaron Rodgers recibió un premio hace un par de meses y, pese a la falta de éxitos que su desempeño ha representado para su equipo, ahora será el jugador mejor pagado de la liga. Una persona que mintió a propósito acerca de su salud y puso en riesgo a sus colegas y compañeros parece ser inmune a las consecuencias de sus acciones, y ahora no es el único.
Deshaun Watson, mariscal de campo que llegó a la liga con los Houston Texans, no jugó la temporada pasada mientras lidiaba con una serie de acusaciones en su contra. Más de veinte mujeres lo acusaron de conducta sexual impropia o de acoso sexual, lo que lo convirtió en una figura delicada para la liga y su equipo. La semana pasada un gran jurado determinó que no había delito que perseguir y no será procesado legalmente, pero aun debe lidiar con las más de veinte demandas civiles.
Al esfumarse la sombra de un proceso legal, su equipo inició las negociaciones para enviarlo a otra parte, y ahora será el mariscal de campo de los Cleveland Browns. Lo que este movimiento pone en evidencia es que, no importa cuantas campañas y etiquetas despliegue la liga, los temas de justicia, representación y equidad en la sociedad siempre irán detrás de la búsqueda de ganar cueste lo que cueste. Será interesante ver como aborda Cleveland el tema de las relaciones públicas, pues ya empiezan las quejas en redes sociales.
En contraste, Colin Kaepernick, cuyo único pecado fue decirle al mundo que vivía en un país en que el racismo y la corrupción policíaca costaban vidas y que a la NFL no le importaba, sigue sin recibir siquiera una oferta de trabajo. Los Seattle Seahawks acaban de dejar ir a Russell Wilson, y Pete Carroll comentó que hace días había hablado con Kaepernick y que esperaba pronto recibiera una nueva oportunidad. Si su sentimiento fueran más que sólo palabras, debió haberle ofrecido al menos la oportunidad de probarse con su equipo, que justo ahora no tiene mariscal de campo.
En realidad hay todavía varios temas que me gustaría comentar, pero esto ya es demasiado largo y no quiero hacerlo aún más. Tal vez algunos de ellos sean parte de la entrega de la próxima semana. Hasta entonces, cuídense y no dejen que el estado del mundo los deprima.
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