Hoy se cumplen 34 años del estreno de The Terminator, el clásico de ciencia ficción de James Cameron, y eso es pretexto suficiente para recordar este texto publicado hace unos años en La Covacha sobre el pleito legal entre el autor y los productores de la película.
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El mundo del entretenimiento es territorio usual para toda clase de demandas, pero es de llamar la atención la frecuencia con que el director, productor y guionista James Cameron se encuentra del lado equivocado de las mismas.
Harlan Ellison vs Terminator
Aliens parece una adaptación no oficial de Starship Troopers (Tropas del Espacio) y Avatar es Pocahontas en el espacio (con varias demandas en contra, incluida la del respetado ilustrador Roger Dean), así que no es sorpresa que el polémico director de Titanic tenga cierta reputación a causa de su tendencia a tomar un exceso de inspiración de otras obras de ficción. Pero todo empezó con The Terminator.
La parte ofendida en ese caso fue Harlan Ellison, aclamado autor de fantasía y ciencia ficción. Durante la producción de Terminator hubo personas que se acercaron a él para comentarle que la película tenía similitudes con Soldier (Soldado), un episodio de la serie de TV The Outer Limits que él escribió en 1964, basado en un cuento de su propia autoría titulado Soldier from Tomorrow (El Soldado del Mañana).
Cameron y los productores de la cinta guardaron silencio, pero Ellison ha contado su versión en repetidas ocasiones a lo largo de los años. En 1984 él era reconocido como crítico de cine y gozaba de ciertos privilegios en Hollywood, así que solicitó al estudio una copia del guión, pero le fue negada. Esto alimentó sus sospechas, que aumentaron al no ser invitado a ninguna proyección de prensa. Ellison se coló a una función, y salió convencido de que los primeros minutos de la película estaban directamente tomados de Soldier.
Habló con su abogado y contactó a la Hemdale Film Corporation, empresa que financió la producción de The Terminator, para pedir una aclaración y discutir una posible compensación. Su caso tomó fuerza cuando un amigo suyo, Tracy Torme, le comentó que durante una visita al set de la película le preguntó a Cameron de donde había sacado la idea y éste respondió que se había robado un par de historias de Ellison.
Además, un editor de la revista Starlog lo contactó para informarle que Gale Anne Hurd, productora de la película, había exigido revisar el texto de la entrevista que le realizaron a Cameron antes de que fuera publicada. Hurd removió de la entrevista una cita donde el director decía haberse inspirado en viejos episodios de The Outer Limits. Ellison recibió una copia de la versión original de la entrevista, y la usó como argumento al confrontar a Hemdale.
La productora consultó con Cameron y llegó a un arreglo con Ellison, pagando una compensación y agregando en los créditos la leyenda de “con un reconocimiento a la obra de Harlan Ellison”. En Hemdale estaban dispuestos a ir a la corte, pero advirtieron a Cameron que él mismo sería sujeto de una demanda por fraude en caso de que Ellison ganase el juicio, y por ello el director prefirió ceder a las demandas del escritor. El acuerdo prohíbe a las partes revelar los detalles, pero se especula que el belicoso autor recibió alrededor de 400,000 dólares.
En cuanto al posible plagio, Soldier abre con una secuencia de combate en el futuro, donde una explosión de energía desplaza en el tiempo a dos combatientes. Uno de ellos queda atrapado en el vórtice temporal, mientras el otro se materializa en un callejón de una ciudad en el presente. Cuando su enemigo finalmente sale del vórtice, el primer soldado lo enfrenta y se sacrifica para salvar a la familia que lo había adoptado en “nuestro tiempo”.
Otro episodio de la misma serie que suele ser mencionado en alusión a este caso es Demon with a Glass Hand, donde un habitante del siglo XXX es enviado al presente para salvar a la humanidad, sólo para descubrir que no es humano y que está equipado con una poderosa computadora. Probablemente se le mencione a causa de la secuencia en que se revela la mano artificial del protagonista.
No es raro que una pieza de ficción tome ideas de trabajos anteriores, y aunque la obra de Ellison es una clara influencia en Cameron, a muchos la acusación de plagio les parece exagerada. Seguramente las declaraciones del director hubieran sido la diferencia en la corte y el caso se hubiera resuelto a favor del escritor. Es probable que todo el escándalo se hubiera evitado si antes de empezar a filmar Cameron hubiera hablado con Ellison, agradecido por los años de "inspiración” y ofrecido un agradecimiento en los créditos o incluso algún pago negociado sin presión alguna.
Si Cameron tuviera la suficiente humildad como para reconocer abiertamente cuando toma material de otras fuentes y lo usa en sus obras, las cosas serían diferentes, y es probable que los escándalos que han rodeado a varias de sus películas no existirían. Como sea, más allá de sus influencias e inspiraciones, es un hecho que The Terminator ocupa un importante lugar en la cultura pop contemporánea, y nada va a cambiar eso.
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