En la industria del entretenimiento es común que existan premios especializados, e incluso existe más de un premio para distinguir los logros más sobresalientes de cada rama del entretenimiento. A pesar de ello, siempre hay uno que resalta por encima de los demás, ya sea por ser más popular entre el público en general, por tener mejor difusión, por ser percibido como el más justo, o simplemente por tradición. El cine tiene los Oscar, el teatro los Tony, la TV los Emmy, la música los Grammy, y los cómics los Eisner.
Antes de hablar de la historia de estos premios, sería bueno conocer un poco acerca de sus antecedentes. En 1985, por iniciativa de la revista Amazing Heroes, publicada por la editorial Fantagraphics, se creó el premio Jack Kirby con la intención de reconocer los logros sobresalientes en la producción anual de cómics. Los premios eran manejados por Dave Olbrich, empleado de Fantagraphics y parte del staff editorial de la mencionada revista.
Tras la entrega de los Kirby en 1987, surgió una disputa entre Olbrich y Fantagraphics por la propiedad intelectual de los premios, por lo que se buscó una alternativa para sustituirlos a partir de 1988. Esto resultó en la creación de dos reconocimientos diferentes: los Harvey, que quedaron bajo el control de Fantagraphics y se llaman así en honor a Harvey Kurtzman; y los Eisner, nombrados por el legendario creador de The Spirit y administrados por Olbrich, quien adoptó como hogar y sede la San Diego Comic Con.
Dave Olbrich (izq.), responsable de crear los premios Eisner, nombrados así en honor y con permiso de Will Eisner (der.) |
Will Eisner dio permiso para usar su nombre y formó parte del comité organizador del premio desde un principio, y atendió a todas y cada una de las ceremonias de premiación para felicitar en persona a los ganadores hasta su muerte en 2005. Olbrich se hizo a un lado porque no podía dedicar al premio la atención debida, y cedió el control a una fundación asociada a Comic-Con. Jackie Estrada es su director desde 1990, y es el responsable de su estructura actual, con el panel de jurados y sistema de votación.
Cada año se celebra una ceremonia en el marco de la Comic-Con International de San Diego que entrega reconocimientos en más de veinte categorías a lo mejor de la producción narrativa gráfica del año anterior. Las nominaciones las decide un panel de cinco o seis miembros que cambian cada año, quienes envían una invitación a todas las editoriales a inicios de año para recibir sugerencias e integrar las boletas de votación, y revisan el material recibido antes de reunirse para hacer la selección.
Originalmente la representación física del Eisner era una placa conmemorativa, pero hace más de una década que es una estatuilla. |
El jurado es integrado por un creador de cómics, un bibliotecario especializado en novelas gráficas, el propietario de una tienda de cómics, un miembro del comité organizador de la Comic Con de San Diego, un crítico, y un profesor universitario de literatura, aunque la configuración del panel puede variar de un año a otro, pero siempre con la intención de tener representantes de diferentes áreas del medio.
Las sugerencias se reciben en el primer tercio del año y el jurado se reúne en abril para decidir la lista de nominados, mismos que se listan en una boleta. La votación final es realizada por profesionales de la industria, desde detallistas y creadores hasta editores y distribuidores, quienes reciben una copia de la boleta para emitir su voto.
A casi treinta años de su creación, los premios Eisner siguen siendo los más respetados en la industria del cómic, sin duda gracias a la estructura que maneja al jurado y la votación, que permite que el proceso sea tan imparcial y transparente como es posible en una situación subjetiva por naturaleza. Cabe apuntar que cada año, en la misma ceremonia en que se entregan los Eisner, se anuncia a los nuevos integrantes del Jack Kirby Hall of Fame.
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