jueves, 27 de agosto de 2009

Fear Itself: Chance

La serie antológica Masters of Horror fue cancelada tras sólo dos temporadas transmitidas a través de la cadena Showtime!, pero Mick Garris logró mantener vivo el concepto en NBC, aunque una disputa de derechos le impidió utilizar el nombre, lo que dio origen a Fear Itself.

Al principio se transmitieron sólo ocho de los trece episodios grabados, pues se suspendió la emisión de la serie para abrir espacio a la cobertura de los Juegos Olímpicos. Una vez terminado el evento la serie no volvió a su horario habitual. Durante meses no hubo ningún anuncio de la cadena, hasta que en marzo pasado informó la cancelación de la serie. Para Latinoamérica el canal Space transmitió los trece episodios de la serie, y los últimos cinco estuvieron inéditos en EU por un tiempo, aunque tengo entendido que AXN Sci Fi ya los transmitió todos.

Chance es el décimo episodio de la serie y fue dirigido por John Dahl sobre un guión de Rick Dahl y Lem Dobbs, basado en una historia de éste último. Chance Miller (Ethan Embry) es un hombre desesperado. Sufre pesadillas desde hace varios días, pero lo atribuye al estrés que le ocasiona su precaria situación económica.

Está convencido de que está por hacer un negocio que cambiará de forma drástica su vida, pues ha decidido involucrarse en el negocio de las antigüedades y, contra los consejos de Jackie (Christine Chatelain), su novia, realiza una fuerte inversión que espera multiplicar en poco tiempo.

Compra un jarrón antiguo y acuerda una cita con el propietario de una tienda de antigüedades (Vondie Curtis Hall), quien manifestó interés en el jarrón cuando le fue descrito. Una vez en la tienda, el dueño revisa el jarrón e informa a Chance que, aunque existe un parecido con un tipo de jarrón más antiguo y valioso, existen diferencias que indican que se trata de una pieza más reciente y mucho menos valiosa, y le ofrece cinco mil dólares por él.

Chance se escandaliza y molesta, reclamando el pago de los 45,000 dólares prometidos. El anticuario le explica que le dio esa cifra basado en la descripción que le hizo del jarrón, pero que la pieza que le ha llevado no tiene ese valor. Chance pierde los estribos y se lanza sobre el anticuario, forcejea con él y lo golpea, dejándolo inconsciente. Un ruido en la tienda llama su atención y sale a investigar, encontrándose con un hombre idéntico a si mismo, quien lo mira con desprecio antes de retirarse.

Al volver a la otra habitación descubre que el anticuario intenta llegar al teléfono, así que toma un bastón y lo golpea hasta matarlo. Su doble vuelve a aparecer, lo felicita y desaparece. Mientras piensa qué hacer con el cuerpo se activa la alarma contra incendios, así que usa el bastón para destruirla.

En ese momento suena el teléfono. Es la compañía de seguridad que desea verificar si hay algún problema y dice que fue una falsa alarma, pero no proporciona la contraseña de seguridad y le cortan la llamada. Preocupado por la inminente llegada de alguien, intenta ocultar el cuerpo.

El empleado de seguridad llega y exige pasar a revisar el lugar. Chance intenta convencerlo de que está cuidando la tienda como un favor al dueño, pero lo deja pasar. Cuando el empleado descubre el cuerpo, lo mata con una espada. Su doble vuelve a aparecer y le recuerda que la esposa del anticuario llegará en cualquier momento, y le ayuda a acarrear los cuerpos hasta un contenedor de basura en el callejón aledaño. Al volver a la tienda escuchan llegar a la esposa del dueño y luego la oyen entrar a la ducha.

Su doble intenta convencerlo de que lo mejor sería matar a la esposa, buscar el dinero, y largarse de ahí. Horrorizado ante la sugerencia, Chance huye y deja a su doble acechando a la mujer. Al llegar a casa encuentra una nota de su novia, que le informa que volverá en un rato. Chance se da una ducha y descubre que la herida que se hizo en la frente al pelear con el anticuario ha desaparecido. Una vez que regresa su novia también reaparece su doble, situación que llevará a un trágico desenlace.

La historia fluye de forma constante, explorando la idea del desdoble de personalidades como si fuera una adaptación de la clásica historia del Dr. Jeckyll y el Sr. Hyde. Las actuaciones son sobresalientes y el montaje de la historia revela a un Dahl capaz y eficiente que logra un episodio que sin ser grandioso resulta bastante sólido, lo que me sorprendió un poco por los malos comentarios que he escuchado sobre la serie.

Los trabajos más conocidos de Dahl en cine son The Last Seduction (La Última Seducción), Rounders (Apuesta Final) y Joy Ride (Frecuencia Mortal), con ése último como único acercamiento al género de horror.

En lo que va de esta década ha dirigido mayormente para la televisión, y cuenta en su currículo con episodios de series como Dexter, Californication, Battlestar Galactica y True Blood. Nada mal, aunque tampoco ha hecho nada memorable. Intentaré pescar el resto de los episodios de Fear Itself para comentarlos, pero los horarios de Space son un tanto caóticos así que no sé cuanto tiempo me vaya a tomar.

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