Hace unos meses comenté They Fly at Çiron, libro de Samuel R. Delany, y mencioné algunas de sus obras más conocidas pero no incluí The Einstein Intersection. Mi omisión se suma a las de autores y reseñadores de la obra de Delany, que me hicieron pensar que se trataba de una obra menor del autor. En retrospectiva eso no tiene sentido, pues esta novela, publicada en 1967, ganó el Nebula y fue nominada al Hugo como Mejor Novela.
No acostumbro hurgar en las intenciones de los autores que leo, pero en este caso haré una excepción porque me parece que la importancia de esta novela radica en su trasfondo más que en la historia que cuenta, y quizás por eso hay quienes optan por descartarla como si se tratase de una novela menor, pues la encuentran confusa y poco satisfactoria.
De forma superficial la historia es bastante simple. En un futuro postapocalíptico, la humanidad abandonó la Tierra, ahora habitada por mutantes humanoides que buscan convertir las ruinas abandonadas en un hogar. Lo Lobey es un pastor que pasa los días junto a sus amigos hasta que conoce a La Friza y se enamora de ella. LLevan una vida feliz y apacible hasta que La Friza es asesinada bajo circunstancias misteriosas. Tras hablar con la matriarca de su aldea, Lo Lobey parte en busca del asesino de La Friza, convencido de que es posible regresarla a la vida.
En su viaje conoce a un grupo de pastores de dragones, con quienes viaja hasta una ciudad portuaria donde encontrará a su objetivo, Kid Death. Durante el viaje descubre que entre los suyos hay "diferentes", individuos con habilidades que los separan de los demás, lo que los ha convertido en blancos de Kid Death, quien también es diferente pero a pesar de sus capacidades especiales teme a todos los demás seres dotados de otras habilidades.
La búsqueda de Lobey es contada de forma reminiscente al mito de Orfeo, quien descendió al infierno para recuperar a su amada, pero a lo largo de la historia hay muchas referencias y alusiones a otros mitos arquetípicos de la cultura occidental, como el rey redentor que será traicionado por uno de los suyos y después se levantará de entre los muertos para vencer al mal, y otras figuras relativamente fáciles de identificar (Teseo y el Minotauro, los dioses nórdicos, etc.) Y justo esas alusiones a los mitos hacen de The Einstein Intersectión una novela especial.
Sea ése el caso o no, The Einstein Intersection es un alucinante viaje por la mente de un autor que analiza los problemas de cargar con el peso de un bagaje cultural que nutre y alimenta su creatividad pero que al mismo tiempo le impone límites a lo que puede hacer con ella, sin duda un dilema con muchas posibles interpretaciones y sin una respuesta clara.
El título del libro viene de contraponer dos visiones opuestas de la realidad. La primera es la Teoría de la relatividad de Einstein. De acuerdo con uno de los personajes de la novela, el físico alemán definió los límites de la percepción al expresar en conceptos matemáticos el grado de influencia que el observador ejerce sobre lo que observa. En contra, Delany usa el teorema de incompletitud de Kurt Gödel, un matemático checoslovaco, que afirma que todo sistema matemático contiene fórmulas que no pueden comprobarse dentro del mismo sistema. Esto se oye mucho más complejo de lo que es.
Llevado a términos artísticos o culturales, la teoría de la relatividad señala que cada individuo o cultura tienen una forma distinta de concebir la realidad, la cual depende del contexto y condición en que viven o se desarrollan, así que no hay una interpretación inequívoca de la realidad. Al contraponer esa idea al principio de incompletitud, la única conclusión es que todo es posible. O, como lo pone uno de sus personajes al parafrasear a Nietzsche: "...hay más cosas en el cielo y en la Tierra que las que puedes soñar en tu filosofía... Hay un número infinito de cosas verdaderas en el mundo, sin modo de aseverar su verdad".
The Einstein Intersection es una declaración de principios de un joven autor (Delany tenía 21 años al escribirla) que se rehúsa a aceptar una visión limitada del mundo y se aferra a la idea de que lo indemostrable puede ser tan real como cualquier cosa comprobable de forma racional, un artista en busca de su identidad y consciente de que ésta depende de sus vivencias personales y sus antecedentes culturales, y que para definirla debe entender que el mundo es más complejo que cualquier definición racional que podamos enunciar. Me parece una fascinante reflexión de personal importancia, y pienso revisitar este libro con una mentalidad más abierta hacia lo que hay en sus páginas.
The Einstein Intersection no es una lectura fácil, pero si una que recomiendo ampliamente, sobre todo para quienes trabajan como artistas o en algún área creativa.
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