El pasado lunes se cumplieron doscientos años del natalicio de Edgar Allan Poe, uno de los más reconocidos e influyentes escritores norteamericanos, sobre todo en los géneros de misterio y horror. Ya que acabo de retomar los comentarios de la serie de TV Masters of Horror, me pareció que lo menos que podía hacer era dedicarle unas cuantas líneas a uno de los más antiguos y reverenciados maestros del horror, aún si lo es en un medio narrativo distinto al de la serie, y quien es considerado por muchos como uno de los pilares del género.
Aunque no tengo modo de estar seguro, casi me atrevería a afirmar que la primera historia de Poe que leí fue The Gold-Bug (El Escarabajo de Oro), pues recuerdo que está incluida en varias colecciones de literatura juvenil de las que leí en mi infancia, además de una adaptación a cómic que era parte de una antología de ¡Bruguera? Recuerdo también que por un tiempo tuve la idea de que el autor de esa historia era Robert Louis Stevenson, porque supongo que me recordaba cuentos que había leído de ese autor.
El primer libro suyo que cayó en mis manos fue The Narrative of Arthur Gordon Pym of Nantucket (Las Aventuras de Arturo Gordon Pym) y debo admitir que lo encontré un tanto aburrido. Yo tenía doce o trece años y tiempo después, ya mayor y con conocimiento de otras obras del autor, intenté leerlo de nuevo, atribuyendo a mi juventud la impresión que dejó la primera vez. Ya no me pareció aburrido, pero la última parte del libro resulta tan compleja que a la fecha aún no estoy seguro de haberlo entendido del todo.
Hoy día, gracias a que todo se encuentra ya en el dominio público, es muy fácil conseguir sus obras en ediciones de diferentes presentaciones y precios, además de que la gran mayoría también pueden ser halladas en línea, ya sea en inglés o traducidas a varios idiomas, incluyendo el español. El Proyecto Gutemberg tiene disponibles muchos de sus textos en inglés, y también pueden hallar muchos de ellos en Wikisource tanto en inglés, como en español.
La influencia de su obra es innegable, y no sólo en la literatura de terror, pues las cualidades narrativas y estructurales que usaba sirven como ejemplo e inspiración a autores de todos los géneros. Es imposible medir su impacto en la cultura popular, pero la cantidad de referencias a su persona u obra en cine, televisión, cómics y literatura en general, es asombrosa.
Más allá del impacto de su trabajo en la ficción y el entretenimiento, destaco que el equipo de la NFL conocido como Baltimore Ravens tomó su nombre en honor de este extraordinario escritor y su obra más popular. Seguro en los próximos días habrá toda clase de homenajes y tributos, y no dudo que aparezcan interesantes rextos literarios y de otras índoles. Si hablamos de Maestros del Horror, Edgar Allan Poe tiene reservado un lugar de honor.
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