jueves, 8 de marzo de 2007

Starship Troopers, de Robert A. Heinlein

Starship Troopers (Tropas del Espacio), de Robert Heinlein, debe haber sido una de las primeras novelas de ciencia ficción que leí. Imagino que fue cuando tenía 10 u 11 años y la verdad es que la recordaba muy vagamente. Hace años fue llevada al cine por Paul Verhoeven, el director de Robocop, y el resultado sólo puedo describirlo como disparejo.

Hace unos meses, en una librería de viejo, me encontré una copia de la misma edición que había leído (visible a la derecha), prestada por un tío. La compré y guardé. Tras el chasco que me llevé con Treasure, me pareció buena idea leer algo con lo que estuviera familiarizado (además de que por esos días había leído una nota sobre la posible secuela de la película), y esta space opera de Heinlein era justo la clase de lectura ligera que buscaba.

Y ojo, cuando digo 'lectura ligera' no lo hago para menospreciar el trabajo de Heinlein que, como muchas de las mejores obras de ciencia ficción, funciona en varios niveles. Lo digo en el sentido de que se trata de una lectura rápida y bastante ágil, con una narrativa clara y fácil de seguir.

En la superficie es la simple historia de Johnnie Rico, un joven de clase media alta que se enlista en el ejército por impulso pese a la oposición de sus padres, y cuenta su avance en las fuerzas armadas hasta convertirse en oficial. Pero en el fondo es mucho más que eso. A lo largo de los años la novela ha sido criticada porque muchos consideran que idealiza la guerra, e incluso ha sido acusada de ser una campaña de reclutamiento voluntario disfrazada de novela.

Y si bien el libro ensalza los valores de un ejército de voluntarios y pone especial énfasis en el valor del sacrificio personal por el bien de la mayoría, no me parece que llegue a glorificar el tema de la guerra. La polémica al respecto ha sido tal que hay quienes afirman que hay libros que fueron escritos como respuesta a Starship Troopers, entre ellos la extraordinaria novela de Joe Haldeman, The Forever War.

La adaptación de Verhoeven tiene muchos problemas, pero en general me parece que no funciona porque toma muy poco del libro, y casi siempre se trata de las ideas menos logradas por Heinlein: la situación político-social, el estado totalitario y militarista con todo y uniformes que recuerdan a los de oficiales nazis, y personajes con mínimo desarrollo. En cambio, ignora algunos de los aspectos más atractivos de la novela, como las armaduras de combate, las discusiones ético-históricas en la escuela, o el campamento de entrenamiento, por ejemplo.

Debo admitir que siempre he bromeado sobre la pobreza de la adaptación y aprovecho para molestar tanto a los fans de Verhoeven como a los de James Cameron al afirmar que Aliens es una mejor adaptación de la novela de Heinlein.

En resumen, creo que Starship Troopers puede ser un gran tema de discusión si es que se sienten con ánimo de analizar las ideas vertidas en el libro. Y si no, siempre pueden leerlo por el puro placer de la lectura. No se trata del mejor libro de Heinlein, pero es una entretenida y ligera lectura para esas tardes en que la tv no ofrece nada digno de considerar.

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