Si, me gusta la pizza, pero este texto no es acerca de eso. La semana pasada apareció una nota en La Jornada en la que se anuncia la firma de un multimillonario convenio entre las autoridades de la Basílica de Guadalupe y Domino's Pizza, mediante el cual se busca desalojar a los más de 150 comerciantes ambulantes que venden alimentos en los terrenos que circundan al templo para reservar ese espacio de venta en exclusiva para la transnacional pizzería.
Obviamente se busca que el desalojo de ambulantes y eventual instalación de Domino's se pueda dar antes del 12 de diciembre, fecha en que la Basílica recibe el mayor numero de visitantes. Seguramente ya hubo expresiones al respecto por toda la blogósfera, y como no me agrada repetirme, me cito a mí mismo, y tomo una cita de un post de diciembre de 2004 en relación a la cafetería que hay dentro de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
"... esta clase de situaciones me recuerda algunas de las muchas razones por las que desconfío de la Iglesia Católica. Pueden ustedes preguntar a quienquiera que desee celebrar una misa o ceremonia, o a quien recientemente se haya casado o haya realizado algún bautizo o primera comunión sobre los costos y requisitos solicitados por las iglesias.
[...] Y como olvidarnos de aquellos templos ubicados en zonas de altos ingresos (en la Ciudad de México) -Polanco y la Anzures si no mal recuerdo- en los cuales se dan facilidades para que los feligreses puedan dar diezmos y limosnas utilizando su tarjeta de crédito, tal y como cualquier prestador de servicios que se precie de su nivel hubiese hecho. Todo en nombre de dar un trato adecuado a su clientela.A este paso, imágenes como la siguiente pueden volverse proféticas...
Y lo único que se me ocurre pensar es, ¿Acaso cuando Jesús echó a los mercaderes del Templo, fue sólo para hacer espacio para los de casa?"
La imagen es propiedad de Licen Bellita y fue creada para el concurso Art Ads 2, de Worth1000.com y es usada con su autorización.
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