¡Feliz Festivus!

Ayer fue 23 de diciembre y por lo tanto se celebró el Festivus. Por desgracia no alcancé a publicar esto ayer, pero lo comparto por si alguien desea adoptar la celebración el próximo año.Festivus surgió como una protesta por el creciente consumismo generado por la explotación comercial de "la otra" festividad decembrina, aquella que llamamos Navidad. El Festivus se compone de tres elementos principales:

• El poste de Festivus. Como respuesta a los excesivamente decorados árboles de Navidad, en el lugar de la celebración se coloca un tubo de aluminio erguido verticalmente. Esta parca decoración evita además que el exceso de adornos distraiga la atención de los presentes.
• La Exposición de Agravios. Durante la cena de Festivus, cada integrante del grupo que participa en la celebración debe exponer ante sus amigos y familiares todas las ocasiones en que a lo largo del año los demás lo hicieron sentirse ofendido o decepcionado.
• Las Pruebas de Fuerza. La cabeza de la familia pone a prueba su fuerza contra la de la persona de su elección. Festivus no se considera completo hasta que la cabeza de la familia sea derrotada. Los participantes tienen permitido declinar el reto siempre y cuando tengan algo mejor que hacer.

El sitio de información sobre Festivus ofrece también una forma para preparar la Exposición de Agravios y una tarjeta para formalizar el reto para las Pruebas de Fuerza.

Festivus se popularizó gracias a un episodio de la serie de comedia Seinfeld titulado The Strike ("La Huelga"), el cual se transmitió por primera vez el 18 de diciembre de 1997. Pueden leer (en inglés) el guión de ese episodio aquí. O, si lo prefieren, pueden ver este video que está formado con extractos del mismo.

En años recientes la celebración se ha vuelto muy popular, sobre todo entre estudiantes universitarios de distintas ciudades de los Estados Unidos, y este año ha causado especial interés debido a varios incidentes en aquel país que parecen encaminar a una "esterilización" de la celebración de la Navidad.

En varias escuelas y en el aeropuerto de Seattle tuvieron que retirar varios adornos navideños, sobre todo efigies de Santa Claus y árboles de navidad. En las escuelas esto se dio a causa de las protestas de padres de familia cuya religión es diferente a la católica/cristiana/protestante, quienes sentían que se violaban sus derechos al utilizar el espacio público de las escuelas para celebrar una fiesta cuyo origen es religioso.

En el aeropuerto, un rabino amenazó con demandarlos si no colocaban al lado del árbol una menorah gigante y realizaban la ceremonia de encendido. Las autoridades consideraron que no podían cumplir las exigencias del rabino a tiempo, y temían que otros grupos religiosos se quejarían si lo hacían, por lo que prefirieron retirar el árbol de ocho metros que adornaba la entrada del aeropuerto. Éste regresó a su lugar luego de que el rabino aseguró que no iría a la corte.

En lo personal no comparto las creencias que dan origen a la fiesta, pero aun a pesar de la excesiva explotación comercial de la Navidad, me agrada el ambiente de convivencia que se da cada fin de año, y encuentro ridículo que se den esta clase de actitudes cerradas e intolerantes. De cualquier modo, no es como si los muchos elementos tradicionales de la celebración tuvieran un origen único y exclusivo basado en el catolicismo.

La comunidad del internet, como siempre, se lo ha tomado un tanto a broma. No creerían la cantidad de sitios donde he leído la siguiente felicitación. "Que el Monstruo de Espaguetti Volador ilumine con su fideiforme gracia este solsticio de invierno", la cual me parece una divertida forma de desear felices fiestas sin caer en implicaciones religiosas, al mismo tiempo que critica y se burla de algunas de las más recalcitrantes.

Para entender un poco más sobre el origen de algunas de estas y otras tradiciones, les recomiendo visiten Sacred Scrolls, donde Rodrigo dedicó uno de sus doce posts navideños al tema.

Y como no creo publicar nada el día de mañana, aprovecho para desearles una Feliz Navidad, un placentero solsticio invernal, un Feliz Kwanza, un iluminado Hanukkah, un Feliz Festivus o cualquier otra celebración que utilicen como pretexto para disfrutar del receso de fin de año en compañía de sus seres queridos.