Y no, no me refiero a las presentaciones del grupo ayer y hoy en esta ciudad.
Lo que pasa es que escuchando la publicidad para estas presentaciones no pude menos que reprimir una sonrisa. Un promocional de Reactor 105 menciona una visita anterior del grupo "aún cuando pocos afortunados pudieron asistir a esa presentación y muchos la consideran una leyenda urbana", mientras que los comerciales de radio anunciando los conciertos hablan del regreso después de 16 años a los escenarios mexicanos.
Y es que yo asistí a ese concierto hace casi 13 años (no 16), y si no mal recuerdo, el Palacio de los Deportes estaba lleno, lo que significaría que hubo unos 20,000 asistentes, que no son pocos. El concierto fue completamente olvidable.
Depeche Mode pasaba por una de sus peores etapas y la gira era para promocionar el que tal vez es su peor álbum de estudio. Su ingeniero jamás logró descifrar la acústica del domo de cobre y el sonido fue espantoso.
Recuerdo que yo no tenía muchas ganas de ir, pues mi afición por Depeche Mode iba quedando atrás con el paso del tiempo, pero mis hermanos si, así que los acompañé (eran menores de edad y requerían de algún acompañante responsable) con todo y la fuerte gripa que me aquejaba. Lo que hace memorable (para mí) ese concierto son algunos detalles curiosos. Por ejemplo, estábamos sentados en la última fila, recargados en los pilares que sujetan la estructura metálica del domo.
Además, puedo decir con una mezcla de pena y orgullo, que me quedé dormido en pleno concierto. Gran halago para el desempeño del grupo, aunque tal vez la gripa contribuyó un poco. Tal vez me hubiese podido quedar dormido de no ser porque el tipo que estaba junto a mi se trepó a su asiento a brincar y aullar al escuchar "People are people" y me despertó.
En fin, sólo me pareció buen momento para recordar ese concierto, hacer sulfurar a algunos fans ante la idea de que me dormí en el concierto, y desear que los asistentes a estas nuevas presentaciones puedan gozar de un mejor espectáculo que el que me tocó aquella vez.
Diablos, ¿no les parece increíble que los boletos hayan costado $70 pesos?