Una de las críticas más comunes a las películas del Universo Cinematográfico Marvel es la aparente uniformidad que existe entre muchas de ellas, problema que en ocasiones han logrado evadir gracias a que algunos directores a cargo de sus proyectos logran imprimir su visión personal a cada historia, como queda claro en las películas realizadas por James Gunn y Taika Waititi, por ejemplo. Supongo que ahora habrá que sumar a Sam Raimi a esa categoría
Doctor Strange in the Multiverse of Madness (Doctor Strange en el Multiverso de la Locura) es la secuela a Doctor Strange, cinta que en 2016 introdujo al personaje titular, además incorporar elementos de magia a la mitología del Universo Cinematográfico Marvel. Entonces se esperaba que Scott Derrickson, que coescribió y dirigió la película, se hiciera cargo de una secuela, y aunque a fines de 2018 se confirmó que así sería, un año después, citando diferencias creativas, el director se desligó del proyecto, lo que llevó a muchos a creer que quedaba descartada la idea de incorporar elementos de horror a la historia, como había declarado que quería hacer.