Hoy se cumplen 6 años de la muerte de Umberto Eco (1932-2016), semiólogo, escritor e intelectual italiano, autor de novelas como El Nombre de la Rosa o El Péndulo de Focault y responsable de innumerables ensayos. A manera de homenaje decidí compartir algunos consejos que el autor emitió a lo largo de los años sobre cómo escribir y hablar mejor.
En una de sus últimas entrevistas, en 2015, su interlocutor le preguntó si tenía algún consejo para quien desease convertirse en escritor, sobre todo los jóvenes, y el autor respondió de forma clara y concreta: "Mantén a raya tu ego y que tus ambiciones sean realistas. Dedícale a esto el tiempo necesario y trabaja duro. No trates de ganar el Nobel de Literatura al primer intento. Eso mata cualquier carrera literaria. Y recuerda: escribir es 10% inspiración y 90% perspiración. Son obviedades que, tras décadas como escritor, descubres que son ciertas".
Por más de 30 años Eco escribió una columna llamada La bustina di minerva para el semanario impreso l'Espresso, donde escribía con ironía y desparpajo sobre temas culturales y de actualidad. En una ocasión, en el 2000, escribió una serie de reglas para hablar y escribir bien. Pueden leerla aquí (en italiano) o acá (en inglés). A continuación les comparto mi traducción al español.
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Reglas de Umberto Eco para Escribir (Bien)
Encontré en línea una serie de instrucciones sobre cómo escribir bien. Decidí adoptarlas con algunas variaciones porque creo que podrían ser de utilidad para escritores, en particular aquellos que asisten a clases de escritura creativa.
- Evita las aliteraciones, incluso si los tontos gustan de ellas.
- No colabores con la desaparición del modo subjuntivo. Sugiero que el escritor lo use cuando sea necesario.
- Evita los clichés: son como sopa recalentada.
- Exprésate de la manera más simple posible.
- No uses siglas, acrónimos, abreviaciones, etc.
- Recuerda (siempre) que el uso de paréntesis (aunque a veces parezca indispensable) interrumpe el hilo de la discusión.
- Evita sufrir una indigestión de… puntos suspensivos.
- En la medida de lo posible, evita el uso de comillas: no está "bien".
- No generalices.
- Las palabras extranjeras no son bon ton.
- Sé tacaño con el uso de citas. Como dijo Emerson: “Odio las citas. Sólo dime lo que sabes".
- Hacer comparaciones es como usar clichés.
- No seas redundante, no repitas dos veces lo mismo. Repetir es superfluo (la redundancia es la inútil explicación de algo que el lector ya entendió).
- Sólo un imbécil usa palabras vulgares.
- Siempre sé más o menos específico.
- La hipérbole es la más extraordinaria de las técnicas expresivas.
- No uses oraciones de una sola palabra. Elimínalas.
- Cuídate de las metáforas en exceso atrevidas: son como plumas en las escamas de una serpiente.
- Usa, las comas, en los lugares apropiados.
- Aprende a diferenciar el uso de punto y coma del de dos puntos: aunque sea difícil.
- Si no encuentras la expresión adecuada, evita usar expresión coloquiales: no le busques tres pies al gato.
- No uses metáforas incongruentes aunque parezcan "cantar": son como un cisne que se descarrila.
- ¿De verdad necesitas usar preguntas retóricas?
- Sé. conciso, trata de condensar tus ideas en la menor cantidad de palabras posible. Evita oraciones largas -u oraciones entrecortadas que confunden al lector casual- para no contribuir a la contaminación de la información que es, en efecto (sobre todo cuando está inútilmente llena de aclaraciones inútiles, o al menos no indispensables), una de las tragedias de nuestros tiempos, dominados por el poder de los medios.
- Los acentos no deben ser incorrectos ni inútiles, porqué quien lo hace sé equivoca.
- ¡No seas enfático! ¡Ten cuidado con los signos de exclamación!
- Escribe de forma correcta los nombres extranjeros, como Beaudelaire, Roosewelt, Niezsche, y otros.
- Nombra directamente a los autores y personajes de los que hablas, sin parafrasear. Así lo hacía el más importante escritor lombardo del siglo XIX, el autor de "5 de mayo".
- Al inicio del texto usa la captatio benevolentiae para congraciarte con el lector (pero a lo mejor eres tan estúpido que ni entiendes lo que te digo).
- Sé quisquilloso con tu hortografía.
- No necesito decirte lo molestas que son las predicciones.
- Evita extenderte de más. Al menos cuando no sea necesario.
- No uses el plural mayestático. Creemos que causa una mala impresión.
- No confundas la causa con el efecto: estarías equivocado y por tanto cometerías un error.
- No escribas oraciones en que la conclusión no siga a la premisa de forma lógica: si todos lo hicieran, las premisas vendrían de las conclusiones.
- No te dejes llevar por arcaísmos, hapax legomena u otros lexemas fuera de uso, ni por profundas estructuras rizomáticas que, aunque parezcan epifanías de la diferencia gramatical o inviten a tangentes deconstructivas -que serían aún peores si fuesen objetables bajo el escrutinio de quienes leen con acritud ecdótica- pero excedan las habilidades cognitivas del destinatario.
- Trata de no ser verboso, pero tampoco digas menos de lo que.
- Una oración completa debe tener.
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