Hace unos años ya que apareció la película Jumper, dirigida por Doug Liman sobre un guion escrito por David S. Goyer y Simon Kinberg, y en su momento ya la comenté en este blog. Desde aquel entonces sabía que la historia estaba basada en un libro de Steven Gould, un reconocido autor de novelas juveniles.
El año pasado finalmente pude conseguir una copia del libro, y después de terminar su lectura no me queda más que maravillarme ante la capacidad de la gente en Hollywood para inventar malas historias alrededor de buenos conceptos, que se supone fueron en principio la razón para comprar los derechos de adaptación para un buen libro o historia.
Como comenté en su momento, Jumper era una película medianamente entretenida pero bastante mediocre, con mucha de la culpa cayendo sobre los guionistas y el resto a la pobre elección del elenco, con una pareja sin química robando tiempo en pantalla a Jamie Bell y Samuel L. Jackson, quienes con personajes menores habían hecho un trabajo más que decente al construir personajes interesantes con un conflicto bastante más emocionante.
Lo único que tienen en común el libro y la película son los nombres de los personajes principales y el tema central de un adolescente que descubre que posee la capacidad de teletransportarse a placer. Las condiciones en que vive o el uso que hace de su peculiar habilidad difieren bastante, y el arco argumental explorado en la película es completamente diferente al que el autor plasmó en su libro.
Como comenté en su momento, Jumper era una película medianamente entretenida pero bastante mediocre, con mucha de la culpa cayendo sobre los guionistas y el resto a la pobre elección del elenco, con una pareja sin química robando tiempo en pantalla a Jamie Bell y Samuel L. Jackson, quienes con personajes menores habían hecho un trabajo más que decente al construir personajes interesantes con un conflicto bastante más emocionante.
Lo único que tienen en común el libro y la película son los nombres de los personajes principales y el tema central de un adolescente que descubre que posee la capacidad de teletransportarse a placer. Las condiciones en que vive o el uso que hace de su peculiar habilidad difieren bastante, y el arco argumental explorado en la película es completamente diferente al que el autor plasmó en su libro.
David Rice es un adolescente solitario que vive solo con su abusivo y alcohólico padre, quien lo golpea constantemente. La historia de violencia doméstica tiene varios años de estarse desarrollando, y fue la razón para que Mary, la madre de David, abandonara el hogar años atrás sin que nadie sepa que fue de ella. Durante un episodio particularmente violento de Carl, el padre de David, éste descubre que puede teletransportarse una vez que desaparece de su recámara y aparece en la Biblioteca municipal.
David no tiene idea de cómo o por qué adquirió esta capacidad, pero parece haber sido desatada por el estrés del momento, proyectándolo hacia el único lugar en el que siempre se ha sentido seguro. Tras algunos experimentos David llega a la conclusión de que puede transportarse hasta cualquier lugar que conozca y pueda recordar de forma vívida. Pronto abandona a su padre y se las arregla para sustraer dinero de la bóveda de un gran banco neoyorquino, aunque esto le provoca mucho remordimiento.
Renta un departamento en la ciudad y se dedica a viajar por el mundo pero sin un objetivo claro en la vida, al menos hasta que una noche en el teatro conoce a Millie, estudiante de psicología en la Universidad de Oklahoma. Pronto inicia una relación con ella, pero le oculta su don. Al mismo tiempo intenta localizar a su madre, y al hacerlo descubre que trabaja como agente de ventas para una empresa internacional. Su reunión es interrumpida por una tragedia que le da un objetivo en la vida, con el inconveniente de que lo pone en la mira de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional, que está muy interesada en el joven y sus peculiares habilidades.
David no tiene idea de cómo o por qué adquirió esta capacidad, pero parece haber sido desatada por el estrés del momento, proyectándolo hacia el único lugar en el que siempre se ha sentido seguro. Tras algunos experimentos David llega a la conclusión de que puede transportarse hasta cualquier lugar que conozca y pueda recordar de forma vívida. Pronto abandona a su padre y se las arregla para sustraer dinero de la bóveda de un gran banco neoyorquino, aunque esto le provoca mucho remordimiento.
Renta un departamento en la ciudad y se dedica a viajar por el mundo pero sin un objetivo claro en la vida, al menos hasta que una noche en el teatro conoce a Millie, estudiante de psicología en la Universidad de Oklahoma. Pronto inicia una relación con ella, pero le oculta su don. Al mismo tiempo intenta localizar a su madre, y al hacerlo descubre que trabaja como agente de ventas para una empresa internacional. Su reunión es interrumpida por una tragedia que le da un objetivo en la vida, con el inconveniente de que lo pone en la mira de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional, que está muy interesada en el joven y sus peculiares habilidades.
Brian Cox, el agente a cargo de buscar a David, secuestra a Millie para usarla como mecanismo de presión sobre David y así obligarlo a entregarse y cooperar con el gobierno.
Jumper es una historia de búsqueda, pues el tema principal de la novela es el viaje de descubrimiento interior de David, lidiando con su búsqueda de identidad mientras lucha contra los fantasmas de su pasado y piensa en la forma de crearse un futuro con la mujer que ama. Gould envuelve capazmente estos temas en la historia de un joven especial que para alcanzar su felicidad tiene que enfrentar tanto a figuras de autoridad como a la maldad existente en el mundo. Se trata de una lectura ligera pero muy bien desarrollada, que combina de gran manera temas importantes con una aventura.
Adaptar el material original hubiese resultado en una película con un menor despliegue de efectos especiales pero, curiosamente, más emocionante que la que se hizo, pero es algo que ya no debiera sorprender a nadie cuando de estudios hollywoodenses se trata. A fin de cuentas, Jumper es un libro dirigido a adolescentes y jóvenes adultos que debe resultar del agrado de lectores de casi cualquier edad. Lectura bastante recomendada.
Jumper es una historia de búsqueda, pues el tema principal de la novela es el viaje de descubrimiento interior de David, lidiando con su búsqueda de identidad mientras lucha contra los fantasmas de su pasado y piensa en la forma de crearse un futuro con la mujer que ama. Gould envuelve capazmente estos temas en la historia de un joven especial que para alcanzar su felicidad tiene que enfrentar tanto a figuras de autoridad como a la maldad existente en el mundo. Se trata de una lectura ligera pero muy bien desarrollada, que combina de gran manera temas importantes con una aventura.
Adaptar el material original hubiese resultado en una película con un menor despliegue de efectos especiales pero, curiosamente, más emocionante que la que se hizo, pero es algo que ya no debiera sorprender a nadie cuando de estudios hollywoodenses se trata. A fin de cuentas, Jumper es un libro dirigido a adolescentes y jóvenes adultos que debe resultar del agrado de lectores de casi cualquier edad. Lectura bastante recomendada.
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