Hace mucho que Philip K. Dick es el autor de ciencia ficción con más trabajos adaptados al cine. La verdad, me sorprende un poco, pues me parece que la obra de Robert A. Henlein sería más compatible con la ideología de Hollywood. En todo caso, las adaptaciones de historias de Dick suelen ser más "inspiradas por" que "basadas en", y ése es el caso de The Adjustment Bureau (Los Agentes del Destino).
Tras una buena campaña, David Norris (Matt Damon), joven y carismático político neoyorquino de origen humilde que aspira al senado, es favorito para ganar la elección, pero un escándalo en la víspera de las elecciones desmorona su popularidad. Mientras trabaja en su discurso de concesión conoce a Ellise (Emily Blunt), una atractiva mujer que intenta burlar a la seguridad del hotel.
Existe una química instantánea entre ambos y se besan sin pensarlo, pero son interrumpidos por los guardias de seguridad. Ellise sale corriendo sin que puedan intercambiar información de contacto, dejando a David frustrado ante la situación. Sin embargo, su encuentro lo inspira a dar esa misma noche un sentido y honesto discurso que lo vuelve a poner en la lista de contendientes para las elecciones.
Días después se reencuentra con Ellise en el autobús rumbo a su trabajo, y se asegura de obtener su número telefónico. Entonces notamos a un grupo de hombres en trajes y sombreros conservadores que siguen de cerca las actividades de David y parecían convencidos de que debía perder ese autobús. Al llegar a su trabajo, David descubre que todos en el edificio están congelados y varios hombres hacen algo a sus compañeros de trabajo con equipo de aspecto extraño.
David intenta huir, pero no hay forma de escapar de los hombres en sombrero. Uno de ellos (Anthony Mackie) le explica que pertenecen a una agencia con "órdenes de arriba", encargada de supervisar que las vidas de la gente transcurran de acuerdo al plan. Aparentemente el hombre que debía encargarse de que David perdiera el autobús y llegase diez minutos tarde al trabajo falló, por lo cual le piden siga con su vida como si no hubiese visto nada anormal.
Le advierten que en caso de que revele su existencia o lo que vio, un "equipo de ajuste" le reseteará el cerebro, borrando todo cuanto haya en su cabeza. pero lo que estresa a David es la revelación de que bajo ninguna circunstancia van a tolerar, que vuelva a ver a Ellise. Tres años después David está otra vez en campaña para al senado. Más centrado y maduro, lleva un margen de ventaja tan grande que solo una catástrofe le impediría convertirse en senador.
Hasta que una mañana encuentra a Ellise y habla con ella. Los agentes del Buró de Ajustes intentan sabotear sus itinerarios para separarlos, pero la determinación de David es demasiado grande para permitir que lo detengan. Los agentes deciden pasar el caso a sus superiores y estos envían a Thompson (Terence Stamp), un agente más rudo y experimentado, para que se encargue de convencer a David de que todo lo que hacen es por el bien mayor.
Aunque la historia no deja casi nada del cuento de Dick (en Estados Unidos está en el dominio público y pueden leerlo aquí -en inglés- en una versión escaneada), las ideas centrales de la historia son exploradas de forma similar. La experiencia como guionista de Nolfi lo lleva a darle espacio a los personajes, lo que permite que la historia crezca alrededor de ellos sin forzar sus ideas en ningún momento, y la película fluye de forma muy ágil.
A mi parecer la historia pudo haber explorado sus ideas de una manera más profunda y atrevida en vez de contentarse con ajustarse al molde de una historia romántica, pero ésta está tan bien construida y ejecutada que realmente no me puedo quejar demasiado. Alguna vez ya lo dijo Peter Parker: "las mejores historias, en el fondo, siempre son acerca de una chica".
Por ese lado creo que el casting fue un gran acierto. Damon y Blunt son buenos intérpretes y se puede contar con ellos para sacar adelante casi cualquier proyecto, pero en este caso lo sobresaliente es la química que existe entre ambos, que transmiten de inmediato a la audiencia y permite al espectador preocuparse por el destino de la joven pareja.
Habrá a quien no le agrade la última parte de la película, más específicamente el final, pero me parece que coincide con el planteamiento inicial y cierra la historia de forma congruente y coherente, aunque a muchos les parezca blandengue o tibia. Altamente recomendada.
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