martes, 25 de septiembre de 2007

Timeline

En los últimos años Michael Crichton se ha convertido poco a poco en uno de mis autores de ficción favoritos. Descubrí su trabajo del mismo modo que la mayoría de la gente aprendió a identificar su nombre, es decir, por las adaptaciones cinematográficas de sus exitosas novelas, lo que en un principio se convirtió en motivo de prejuicios de mi parte hacia su trabajo. Pueden leer mi comentario de Congo en el que explico la situación en detalle.

El caso es que sus novelas son muy superiores a las adaptaciones que se han hecho de ellas, sin importar si se trata de blockbusters veraniegos como Jurassic Park o Sphere, o de producciones más modestas y casi independientes, como puede ser The Andromeda Strain (que, por cierto, está siendo adaptada como miniserie para TV).

Es probable que la adaptación más fiel que se haya hecho de alguno de sus libros sea Rising Sun, dirigida por Philip Kaufman y protagonizada por Sean Connery y Wesley Snipes, aunque en realidad es una historia bastante lineal.


Timeline es una novela que leí hace unos años, justo cuando empezaban a promocionar la película, y escribí un poco sobre ella. La película pasó casi desapercibida por los cines de la ciudad y fue hasta hace unos meses que encontré el DVD a un precio muy accesible que me decidí a comprar la película. Aún así, no la había visto hasta el pasado fin de semana, ya que el sábado desperté con ganas de ver algo de entretenimiento simple y fácil de digerir y decidí quitarla de la pila de pendientes.


Adaptada por Jeff Maguire y George Nolfi y dirigida por Richard Donner, Timeline cuenta la historia de un equipo de arqueólogos que trabajan en una excavación entre las ruinas de un castillo medieval en Francia. La excavación es patrocinada por una empresa norteamericana de servicios tecnológicos, pero la actitud de sus representantes y el hecho de que parecen saber más que los arqueólogos de la historia y condiciones del lugar provocan la desconfianza del profesor Johnston (Billy Connolly), encargado de la excavación.

Decidido a aclarar las cosas cara a cara con su mecenas, el profesor viaja a América para entrevistarse con Robert Doniger (David Thewlis), dueño de la compañía. Al día siguiente sus pupilos consiguen ingresar a una cámara subterránea donde encuentran, entre algunas reliquias de variado valor e importancia, un lente aparentemente perteneciente a las gafas del profesor, y un mensaje firmado por el propio profesor... en el siglo XIV.


Una vez autentificado el origen del lente y el mensaje, el grupo de arqueólogos más cercano al profesor contacta a la gente de Doniger en busca de una explicación. Horas más tarde son llevados en un jet privado a la sede de la compañía, donde son recibidos con un sorprendente anuncio: el profesor está extraviado en la Francia del siglo XIV y urge enviar un equipo a rescatarlo. Uno de los inventos recientes de la compañía tiene un efecto imprevisto que permite enviar gente y objetos a un punto específico en el espacio-tiempo, pero el proceso no está del todo claro y no se han evaluado las implicaciones de viajar en el tiempo.

Tras una rápida preparación, deciden enviar a un grupo formado por Andre Marek (Gerard Butler), segundo al mando en el equipo del profesor, Kate Ericson (Frances O'Connor), la persona más familiarizada con el lugar, y Chris Johnston (Paul Walker), hijo del profesor y pretendiente de Kate, acompañados por el Jefe de Seguridad y otros dos hombres del equipo de Doniger.

Lo que sigue es una serie de entretenidas y predecibles aventuras de los arqueólogos perdidos en el pasado, donde aparecen justo en vísperas de una de las batallas más importantes de la Guerra de los Cien Años. La aparición de un ex-empleado de Doniger que ya hizo su vida en el pasado, y la forzada inclusión de una subtrama con dos romances, provocan que la película no resulte tan entretenida como pudo haber sido, al tiempo que obligan a simplificar algunas de las partes más interesantes de la novela, lo que evita que sea tan compleja e interesante como pudo ser.

Donner se ganó una reputación por su habilidad para contar historias de acción y aventuras sin sacrificar el desarrollo de personajes o la congruencia de la historia, como puede constatarse en películas como Superman, Superman II, Ladyhawke, The Goonies, Lethal Weapon, Lethal Weapon 2, o Scrooged, pero en esta ocasión no consigue balancear entretenimiento y congruencia narrativa.

Lamentablemente las partes de la novela sacrificadas en la adaptación son algunos de los elementos más interesantes y apasionantes del libro. La investigación de Crichton sobre física cuántica que sirven como base para la "máquina del tiempo", así como los elementos de geografía e historia que dan relevancia al lugar de los hechos, son descartados sin miramientos, y las tramas secundarias que exploran los efectos secundarios de esa forma de viajar y las implicaciones de alterar hechos históricos registrados, son suplantados por dos historias de amor tan innecesarias como mal desarrolladas.

La película tiene sus momentos y algunos miembros del elenco, entre quienes podríamos destacar a David Thewlis y Gerard Butler, consiguen que la película logre tener unos cuantos puntos sobresalientes, pero lo trillado de la gran mayoría de diálogos y las malas actuaciones de Paul Walker y Frances O'Connor, hacia quienes de forma inexplicable apunta siempre la trama principal de la historia, terminan por hacer de Timeline una película más bien olvidable.

Supongo que ésta no será la última entrada dedicada a comentar una película que no está en cartelera. Tengo una extensa colección de películas así que seguramente comentaré algunas de ellas intercalándolas con mis comentarios de películas de estreno, libros y el resto de lo que suele ocupar este espacio. Sobre lo que estoy indeciso es sobre si debiera incluir una escala de valoración o no. En todo caso, en escala de 1 a 10 a Timeline le daría un 5.5 ó 6 únicamente por el valor de entretenimiento.

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