jueves, 31 de julio de 2003

Timeline (Rescate en el Tiempo), de Michael Crichton

Timeline (Rescate en el Tiempo) es la más reciente novela de Michael Crichton en ser adaptada al cine. La película, que aún no se estrena, es dirigida por Richard Donner y actúan Paul Walker, Gerard Butler, David Thewlis y Frances O'Connor. Pero quiero hablar un poco acerca de la novela.

Timeline cuenta la historia de un grupo de historiadores de Yale que trabajan en una excavación en las ruinas de un castillo medieval a orillas del río Dordogne, en Francia, que se ven envueltos en la más grande aventura de sus vidas al tener que viajar al pasado para rescatar a su líder, el profesor Edward Johnson, que por accidente quedó atrapado en el siglo XIII.

Suena ridículo, pero no lo es. Su trabajo arqueológico recibe el patrocinio de ITC, compañía dirigida por Robert Khoniger que desarrolla tecnología cuántica. El brillante físico se hizo rico con sus compañías anteriores y desapareció de la vida pública para dedicarse a hacer de ITC una compañía líder en la investigación de nuevas tecnologías sin atraer la atención de nadie.

Los eventos que llevarán a su eventual viaje en el tiempo empiezan con la aparición de un anciano en medio del desierto a más de treinta kilómetros de cualquier asentamiento humano. Este hombre es hallado por un matrimonio que busca una reservación navaja pero vuelve a la civilización para llevar al hombre a un hospital. Durante el camino el hombre pasa la mayor parte del tiempo dormido, pero cada vez que despierta sólo balbucea incoherencias. Al llegar al pueblo de Gallup, en Arizona, es admitido en el hospital donde tras no encontrar ninguna identificación le hacen una serie de resonancias magnéticas antes de decidir que tratamiento administrarle.

A pesar de haberlo encontrado en medio de la nada y sin un auto en las cercanías, resulta curioso que el hombre no presente quemaduras ni signos de insolación. Más curioso aún es que las puntas de sus dedos se encuentren moradas por la falta de circulación, casi como si las tuviera congeladas. Un policía del lugar empieza a realizar indagaciones. El único objeto hallado cerca del hombre fue un pequeño cuadrado de material cerámico con un pequeño botón en un costado y las siglas del fabricante en el reverso: ITC.

Este pequeño objeto, junto con una hoja encontrada en el bolsillo de el hombre, son las únicas pistas para averiguar que hacía en medio del desierto. La hoja es una especie de diagrama con sólo una anotación al pie: mon. ste. mere. La mujer que lo halló, una arquitecta, identifica el diagrama como el esquema de una iglesia o monasterio. El padre de la iglesia local confirma que, en efecto, es el diagrama de una iglesia, y que la anotación es una abreviatura de Monasterie de Sainte Mere, que sería el nombre en francés para Monasterio de la Santa Madre. También confirma que no existe ningún monasterio con ese nombre.

Un rato más tarde, el policía logra confirmar la identidad del anciano. Se trata de un reconocido físico cuántico que unos días antes había sido reportado como desaparecido por sus empleadores. ITC.

Mientras tanto, una reportera que indaga sobre las actividades de la corporación, despierta la curiosidad del profesor Johnson, que sospecha que la compañía pretende convertir el sitio de su investigación en un parque de diversiones, y realiza una visita a las instalaciones de la compañía, en Black Rock, Arizona. Desde ahí se reporta con su gente en el lugar de las excavaciones para informarles que estará incomunicado un par de días.

Al día siguiente, en una cámara subterránea bajo un monasterio (las ruinas de Sainte Mere), su equipo descubre algo espeluznante. Entre los documentos de los monjes hay una inscripción pidiendo ayuda, en inglés contemporáneo. La lingüista y calígrafa de el equipo identifica la nota de auxilio como perteneciente al profesor. Pero eso no es posible porque, de acuerdo con las pruebas, la nota data de mediados del siglo XIII. Para añadir al misterio encuentran un lente de las gafas del profesor en el mismo sitio. Acto seguido intentan comunicarse con el profesor, pero no logran localizarlo.

André Marek, el segundo al mando del grupo, recibe una llamada de ITC, y le piden que él y tres miembros de su equipo vayan a París, donde el avión de la compañía los espera para llevarlos a Arizona. En el vuelo conocen a Gordon, vicepresidente de ITC, quien les informa del trabajo de la compañía en tecnología cuántica, el multiverso, y la posibilidad de visitar el pasado. Después procede a explicarles que el profesor les pidió una demostración pero al parecer algo salió mal pues no regresó. Ahora ellos tienen que viajar al pasado, buscar al profesor, y regresar al presente. Y todo en menos de 37 horas.

Lo que sigue es una extraordinaria historia de aventuras al más puro estilo Crichton. Un torneo medieval, vengativos caballeros, una manipuladora doncella y una alta dosis de intriga política, además de uno que otro homenaje a Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo, de Mark Twain. Quizás el mayor atributo de Crichton y la principal razón del éxito de sus novelas, es el balance entre la información que provee y el ritmo narrativo que mantiene. El único otro autor capaz de poner tanta información en su trabajo es Tom Clancy. O lo que es lo mismo, al leer una novela de estos autores uno consigue, en dosis similares, entretenimiento y aprendizaje.

Rescate en el tiempo o Timeline se encuentra fácilmente en cualquier librería en su formato pocket a un precio bastante accesible. Ahora sólo esperemos que Hollywood haya logrado captar la esencia de la novela para su adaptación cinematográfica.

1 comentario:

  1. Esta pelicula me parecio bella en contenido porque creo que de alguna forma cada uno de nosotros deseariamos estar en algun lugar del pasado remoto,el abuso de poder del cientifico si que hace pensar como esta la sociedad en la actualidad donde el dinero es elrey del mundo

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