Y este es un detalle del encabezado
Lo que más me gustó es el concepto, jugando con la metáfora "la punta del iceberg", y utilizar la imagen para acomodar en ella el texto introductorio de la exhibición. A continuación mi traducción del texto.
No fue un iceberg lo que hundió al TITANIC.¿Es mi imaginación, o ese iceberg guarda un gran parecido con la silueta del Distrito Federal?
Necesitas buscar más profundo para averiguar que fue lo que la envió al fondo. El iceberg fue solo el último eslabón en una trágica cadena de acontecimientos. Todo empezó con el diseño de la nave. Las secciones del casco fueron construidas con zinc, un matwerial notoriamente frágil cuando se le somete a temperaturas bajo cero. Estas secciones fueron unidas con baratas tiras de hierro, las cuales empezaron a botarse en cuanto la nave entró en aguas heladas. A bordo, la tripulación estaba tan segura de que era inhundible que empezaron a ignorar las reglas básicas de seguridad. Los simulacros con botes salvavidas fueron suspendidos y el cuarto de radio frecuentemente estaba vacío. Cuando estaba ocupado, la tecnología era tan obsoleta que los operadores no podían manejar el flujo de mensajes entrantes, incluyendo varias alertas urgentes de iceberg. A las 11:40 pm del 14 de abril de 1912, el Titanic golpeó un iceberg. Cuando la nave empezó a inundarse, los operadores de radio empezaron frenéticamente a enviar señales de emergencia. Pero se trataba de las señales equivocadas. En vez de enviar SOS, enviaron CQD, una señal que había dejado de usarse tiempo atrás. Para cuando se dieron cuenta de su error, el Titanic estaba moribundo. Incluso las bengalas de auxilio, que fueron avistadas por dos naves cercanas, fueron confundidas con fuegos artificiales y por tanto ignoradas. Casi tres horas después del choque, el Titanic se hundió causando la pérdida de 1522 vidas. Pero, ¿Qué fue lo que realmente lo hundió? ¿Avaricia? ¿Complacencia? ¿Errores humanos? Decídanlo ustedes mismos en Titanic: La Exhibición de Artefactos, donde podrán ser testigos de una de las historias más apasionantes de nuestros tiempos contada como nunca antes a través de artefactos auténticos y exhibiciones interactivas. Del 22 de junio al 6 de enero en el Museo de Ciencia y Naturaleza de Denver.