viernes, 27 de abril de 2012

Mockingjay, de Suzanne Collins

Mockingjay es el tercer y último volumen de la saga de The Hunger Games, de Suzanne Collins, y no es recomendable leerlo si no lo han hecho con las entregas anteriores, mismas que comenté aquí en semanas anteriores (Aquí está mi reseña de The Hunger Games y por acá la de Catching Fire. Si a alguien le interesa, también comenté la película basada en el primer libro). Repito también lo que advertí al comentar el segundo volumen: mi reseña no tiene spoilers, pero al comentar la trama puede revelar detalles de los libros anteriores, así que si tienen intención de leerlos o ver las películas, les sugiero no seguir leyendo el presente texto.

A diferencia del volumen anterior, que partió casi como si fuese el siguiente capítulo del primer libro, aquí si hay una pausa tras el revolucionado final de Catching Fire, no tanto en términos de que haya pasado más tiempo, sino narrativamente hablando. Katniss intenta hacerse a la idea de que el Distrito 12, que fuera su hogar, ya no existe, al tiempo que trata de adaptarse a la vida en el Distrito 13, donde los sobrevivientes de su antiguo hogar han sido aceptados como refugiados.

La vida extremadamente ordenada y restringida en 13 es muy diferente a todo lo que estaba acostumbrada y sería difícil adaptarse bajo circunstancias ideales, más aún después de todo lo que Katniss ha vivido. Ahora sabe por qué todos en la Arena estaban dispuestos a morir con tal de salvarla, y no se perdona que el precio de sacarla de ahí haya sido abandonar a Peeta en manos del Capitolio y el Presidente Snow. 

A pesar de estar a salvo y tener cerca tanto a su madre como a su hermana, su relación con Gale se ha alterado de forma drástica, y ni siquiera está segura de que haya sido para bien. 

Convencida de que aceptar convertirse en la cara de la rebelión bajo la identidad del Mockinjay y colaborar con las autoridades de Distrito 13 es lo mejor para todos, Katniss se prepara para ir a la guerra. En lo que a ella concierne, sólo necesita hacer dos cosas y no le importa perder la vida si consigue ambas: rescatar a Peeta, y matar a Snow.

En algunos aspectos me parece que éste es el mejor de los tres libros, aunque hay un detalle que me decepcionó en comparación al resto de la serie. Los temas planteados en las primeras dos entregas se mantienen igual, y son explorados más a fondo, lo que ayuda a dar mayor profundidad a su historia.

Habiendo dejado atrás la Arena y los Juegos, Collins dedica tiempo a redondear la construcción del mundo en que se desarrolla su historia. Más importante aún, la guerra deja de ser una sugerencia o una mera posibilidad y se vuelve una realidad, y la autora la ataca con decisión y firmeza. Paras sus personajes, la guerra es más que un reporte en la televisión. Es un conflicto real con consecuencias reales, y cada decisión tomada tendrá repercusiones imposibles de ignorar.

Esto es digno de resaltar porque rara vez se da, y menos en libros "juveniles". Cabe mencionar que Collins es hija de un militar, quien se preocupó de que su familia entendiera lo que era la guerra y cómo afectaba la vida de los seres humanos que participan en ella.

En donde el libro queda a deber es en la planeación narrativa, pues a diferencia de los dos anteriores, cuyo ritmo era vertiginoso y constante, aquí empieza lento, aún si es intencional, y poco a poco toma ritmo. El problema es que hacia el final da la impresión de abandonar algunas líneas argumentales secundarias y permite que algunos personajes se pierdan sin una última mención.

Con todo y eso, me parece que Mockingjay es un gran libro que da cierre a una muy buena saga de ciencia ficción post-apocalíptica que va más allá de sólo ofrecer emociones baratas y pasajeras, con lo que logra algo que pocos libros de cualquier género consiguen: hacer pensar a sus lectores. Lectura ampliamente recomendada para público de casi cualquier edad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario