Hace algunas semanas que no pongo mis listas de 10. Hoy no es domingo, pero que diablos. Y tratándose de Semana Santa, supongo que una relacionada con la religión viene al caso. Esta es más suelta y vaga, así que pongámosla en términos de "10 puntos relacionados con la religión y mi persona":
- Recibí una educación laica. Siempre asistí a escuelas públicas donde la religión no era parte de los estudios. Sin embargo, mi familia (o mejor dicho, la familia de mi madre) era bastante tradicional y conservadora, así que mi formación extra escolar se dio en un marco católico.
- Desde pequeño siempre he mostrado una insaciable curiosidad, lo que no iba muy bien con los encargados de adoctrinar el catecismo. Mis preguntas rara vez eran respondidas y cuando lo eran la respuesta siempre era vaga o evasiva.
- La vida tiene una tendencia a buscar el cinismo dentro de uno. Habiendo crecido en una familia disfuncional, las preguntas incómodas empezaron a ser más punzantes y directas, y las respuestas se iban haciendo cada vez más escasas y menos satisfactorias.
- A los 10 años hice mi primera comunión y se trató del último acto formal entre la iglesia católica y yo. Comulgué una vez más en una boda un par de años después y nunca más. Mis apariciones dentro de una iglesia han sido realmente escasas desde entonces y mi postura se ha endurecido con los años.
- La lectura ha sido mi pasatiempo favorito desde que tengo memoria, supongo que como respuesta y complemento a mi ya mencionada curiosidad. A través de la lectura fue que aprendí sobre la historia de las religiones y aprendí a desconfiar de cualquier cosa que parezca una iglesia u organización religiosa sin importar la fe que profese.
- La parte más cínica de mi suele tomar a mal las excesivas muestras de fe de muchos crédulos, perdón, "creyentes". Me molesta un poco que la religión se convierta en pretexto, excusa o explicación para toda clase de actos irracionales y sin sentido.
- Del mismo modo, la parte que más me desagrada de como funciona prácticamente cualquier iglesia es la hipocresía y falta de congruencia en sus actos. Se suponen que deben servir como guía moral y espiritual y normalmente están dirigidas por gente sin principios y de ética cuestionable.
- No me agrada la idea de autodenominarme como "ateo", pues a últimas fechas parece tratarse más de pose o moda. Tal vez el término "agnóstico" sea una mejor definición para mi postura, pues considero imposible probar la existencia o no existencia de algún ser superior, y aún en el caso de que alguien lo pudiera probar o refutar definitivamente, me parece que se trata de algo completamente irrelevante.
- Para reforzar esa postura, creo necesario mencionar que respeto profundamente a todos aquellos individuos que son capaces de elegir los principios éticos y morales de una religión (cualquiera que esta sea) y aplicarlos como principios de vida de una forma personal y consciente, a diferencia de todos aquellos que profesan una fe por costumbre, tradición, o sentido de pertenencia.
- Una confesión. Cuando hago un comentario o crítica a la religión o a sus seguidores, mi idea principal no es agredir o atacar a nadie. Por el contrario, lo que me gustaría es provocar alguna reacción que se de de manera individual y por decisión propia, no por principio o a nombre de su fe o su dios. Si alguien se cuestiona o reflexiona un poco a causa de algo que dije o escribí, sin importar el resultado de su introspección, me daré por bien servido.
Para concluir, algunos de los rasgos que más me molestan de las religiones más comunes:
- Cristianismo. Son la religión más popular en el mundo, y sin embargo, se siguen comportando como si fueran una minoría perseguida y oprimida. Supongo que el vivir haciéndose los mártires es la estrategia de marketing que logró posicionarlos en la cima y no hay razón para cambiar.
- Islam. Demasiadas restricciones y sin una idea clara del por qué de ellas. Comparte muchos principios con el cristianismo, pero se pierden en medio de la segregación e intolerancia con que buscan aplicarlos.
- Judaismo. Más de lo mismo. Sufren, se sienten perseguidos. Y sus restricciones y costumbres antiguas y anacrónicas llegan al borde del ridículo.
En términos generales, creo que estas y otras religiones tienen varias cosas en común. Si solo se concentraran en entender y seguir los preceptos morales en que se supone que están sustentadas en vez de dedicarse a vigilar a los demás y reaccionar a las opiniones de los demás tendríamos un mundo mejor y más tranquilo. No por nada muchas de las guerras más grandes y sangrientas de la historia de la humanidad han sido en buena parte causadas por ideas religiosas.
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