The Punisher (El Castigador es una adaptación del cómic del mismo nombre, publicado por Marvel Comics, y cuenta la historia de un hombre que tras perder a toda su familia decide dedicar su existencia a matar criminales.
Y ahora que la vi es fácil entender por qué fue tan criticada, ya que tiene un enorme problema: es demasiado complaciente. Y esto es en el peor sentido posible, ya que la película parece haber sido hecha intentando complacer a todo mundo: a los productores, a la prensa, a los autores de cómic y a los lectores del mismo. Y fracasa en todos los casos.
Es una cinta violenta, pero no demasiado. Es una cinta de acción, pero semilenta. Tiene momentos de humor, pero no están integrados a la historia y se sienten forzados. Y, el peor de sus fracasos, es una historia acerca de un hombre que pierde todo y busca conservar su humanidad a través de su retorcido sentido de justicia, pero el resultado es vacuo y sin emociones.
Y todo viene del guion. Lo que es una lástima, pues el director de la película es Jonathan Hensleigh, experimentado guionista, responsable, por ejemplo, del guion de The Rock (La Roca). Mención aparte para el soundtrack, uno de los peores montajes musicales que he escuchado en mucho tiempo, a pesar de que el tema principal tiene agradables reminiscencias al trabajo de Ennio Morricone en los spaghetti westerns.
Tristemente The Punisher es una mala película que ni siquiera pudo recurrir a los trucos del género de acción, pues no cuenta con las suficientes escenas de violencia gratuita e innecesaria. Lo que me recuerda, ¿existe la violencia necesaria?
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