David Koepp es un reconocido guionista de cine. Su trabajo en Spider-Man, Panic Room, Snake Eyes y Carlito's Way le ha servido para forjarse una reputación en Hollywood, a diferencia de su labor como director, faceta en la que se ha topado con duras críticas, no siempre injustas. The Trigger Effect pasó sin pena ni gloria, y Stir of Echoes (Ecos Mortales) fue criticada como un intento de colgarse del éxito de Sixth Sense, aunque me parece una buena película.
Aunque en general la historia funciona bien y está bien contada, apoyándose en el trabajo de dos grandes actores, el final arruina todo lo antes construido. El gran problema de Secret Window es que sufre de lo que llamo el "Síndrome de Spielberg", que consiste en añadir una última escena a la película que tiene el lamentable efecto de estropear el resultado final. A.I. y Minority Report son claros ejemplos de a qué me refiero.
Lo peor del caso es que durante toda la película hay una insistencia constante de los personajes acerca de la importancia que tiene el final, que constituye la parte más importante de toda historia. Resulta tristemente irónico que sea justo el final lo que eche por tierra el trabajo de todos. Y es aún peor cuando el final es más un epílogo que un final propiamente dicho.
En fin, ojalá que los próximos proyectos de Koepp estén mejor logrados y tengan más éxito. Por lo pronto ha terminado el guión para Zathura, una historia de Fantasía/CF para niños basada en un libro del autor de Jumanji, la cual será dirigida por Jon Favreau; además de haber anunciado que está trabajando en una nueva adaptación del clásico de ciencia ficción de H. G. Wells The War of the Worlds.
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