1408 es una película basada en un cuento de Stephen King, lo cual es posible que muchos hubiesen adivinado al saber que el protagonista de la misma es un escritor cuya vida da un giro tras un encuentro con lo supernatural. Y quiero que conste que no menciono lo anterior como una crítica gratuita, pues en realidad quiero hacer énfasis en que 1408 contiene muchos de los elementos que han hecho famoso a King y que han sido convertidos en clichés por sus muchos seguidores, imitadores y rivales.
Mikael Hafström dirige una interesante adaptación del cuento del mismo nombre, cuyo protagonista es Mike Enslin, un famoso escritor que se gana la vida visitando lugares con fama de embrujados o tenebrosos para escribir acerca de ellos y acabar con los mitos que los hacen parecer embrujados.
Todo cambia cuando decide hospedarse en la habitación 1408 del Hotel Dolphin, en el centro de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, una habitación que el hotel mantiene cerrada debido a la gran cantidad de muertes que se han dado en ella a través de los años.
La película hace uso de todos los clichés posibles (fantasmas, deja vu, paredes escurriendo, alucinaciones, etc, además de curiosidades de trivia como por ejemplo, la habitación está en el piso 14, pero al no haber piso 13 en realidad se trata del 13er piso, y el número es 1408, 1+4+0+8=13), pero lo hace de una manera eficiente y efectiva, manteniendo el suspenso y construyendo la sensación de claustrofobia y horror que el personaje de Enslin va desarrollando conforme avanzan los minutos.
La actuación de John Cusack en el papel principal resulta determinante para que la película funcione, pues consigue reflejar los cambios de humor del personaje mientras pasa por las diferentes etapas de angustia, horror y desesperación que la historia requiere, al tiempo que explota su carisma para conseguir que la audiencia simpatice con su personaje a pesar de que se comporta como un cretino.
Samuel L. Jackson tiene una breve pero efectiva participación como el gerente del Dolphin, y fuera de ellos dos la película prácticamente no requiere de más actores. Contada de una manera ágil e inteligente, 1408 fue una muy agradable sorpresa, cuyo único posible defecto sea el pobre uso de efectos computarizados cerca del final. Aún así, es una de las películas más entretenidas que he visto en los últimos meses.
Por cierto, en unas semanas debiera estrenarse también la adaptación de Frank Darabont de The Mist. ¿Será posible ver dos buenas adaptaciones de historias de Stephen King el mismo año? Habrá que esperar con los dedos cruzados.
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