Hace algunas semanas -doce o trece- encontré en Boing Boing un enlace a una nota del New Scientist sobre los efectos físicos de la meditación en la estructura del cerebro humano. Según estudios realizados por neurólogos y psiquiatras del Hospital General de Massachussetts, la gente que acostumbra meditar presenta una corteza cerebral más gruesa que aquellos que no lo hacen.
Algunos de esos estudios involucraron otras actividades normalmente asociadas con la relajación, como el golf, el ajedrez, la resolución de rompecabezas, acertijos y problemas lógicos, y baile, particularmente de tango. Así que ya existe sustento científico para algunas frases convertidas en cliché, como "ejercicios para el cerebro", "el cerebro es un músculo y hay que ejercitarlo", y otras por el estilo.
Como mencioné antes, estas notas las encontré originalmente en noviembre. Las guarde para futura referencia, pero poco a poco las había ido relegando al olvido, donde se habrían quedado de no ser porque el fin de semana me topé con un reciente post de Gabriel Benítez en su blog, Capitan Quasar!, que me hizo recordar que tenía esas notas.
Así que ya lo saben, si necesitan ayuda para encontrar la serenidad y paciencia que les permita enfrentar sus problemas cotidianos, la red ahora ofrece una opción.
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