Aparentemente el director neozelandés Lee Tamahori, cuyas recientes cintas de acción XXX: State of the Union y Die Another Day tuvieron una aceptación poco calurosa tanto del público como de la crítica, está pasando por un momento aún más difícil.
De acuerdo con varios diarios, un citatorio emitido esta semana por una corte de Los Angeles revela que el realizador de 55 años fue arrestado el pasado 8 de enero al ofrecer sus servicios sexuales a un policía encubierto. Si este hecho no fuese suficiente como para tener a los tabloides encantados con la nota y todo lo que le pueden exprimir, hay que agregar el dato de que, según parece, al momento de ser detenido Tamahori estaba vestido como mujer.
Sin duda podemos esperar que en los próximos días se abuse de bromas al respecto. Chistes como "¿Con quien hay que acostarse en esta ciudad para poder hacer una película?" o "En Hollywood hay que prostituirse para poder trabajar" serán algunas de las cosas que Tamahori tendrá que soportar mientras se aclara el asunto.
En cambio el polémico cineasta y documentalista alemán Werner Herzog también está gozando de una atención inusual de parte de los medios, pero positiva, aún cuando tampoco se debe a su trabajo. Resulta que hace unos días Herzog acudió a ayudar del actor Joaquin Phoenix cuando éste sufrió un accidente a las afueras de Hollywood, donde al evitar una colisión su auto se volcó y él quedó atrapado por la bolsa de aire lateral de su vehículo. Según las declaraciones de Phoenix, Herzog lo tranquilizó y le ayudó a salir del auto, desapareciendo de la escena en cuanto Phoenix estuvo libre de su predicamento apenas dándole tiempo de darle las gracias.
El más reciente trabajo de Herzog, Grizzly Man, donde explora la vida de un activista entre osos grizzly en Alaska, ha recibido varios premios y reconocimientos, tales como Mejor Documental del 2005, Mejor Película de No-ficción, Mejor Trabajo Directorial en Documental y Mejor Edición de un Documental, de parte de varias asociaciones de críticos y del Director's Guild of America, pero la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood la consideró como no elegible para competir por un Oscar, demostrando una vez más que la cerrazón y prejuicios reinan en dicha organización, la cual año con año se empeña en tratar de preservar su obsoleta idea de lo que debiera ser el séptimo arte.
Lamentablemente este año intentarán demostrar que en realidad son abiertos e incluyentes al dar varios premios a la más reciente cinta de Ang Lee, Brokeback Mountain, lo que sería triste, pues conociendo la calidad del trabajo de Lee, este debiera ser reconocido por mérito propio y no sólo por cumplir con el tema elegido para la premiación de este año.
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