La semana pasada todos los noticieros presentaron imágenes de embajadas danesas alrededor del mundo siendo atacadas por grupos de musulmanes enardecidos. La razón de su malestar fue la aparición de varias caricaturas de
Mahoma publicadas originalmente por el diario danes
Jyllands-Posten.
Sin embargo, todos esos noticieros olvidaron mencionar que la publicación de las caricaturas ofensoras se dió en septiembre pasado, provocando reclamos y protestas en el mundo islámico, y que lo que dió origen a las más violentas protestas de la semana pasada fue la decisión de diferentes diarios europeos de reproducir dichos cartones.
Flemming Rose, editor de Cultura del diario danés y responsable de comisionar los ofensivos dibujos, ha declarado que su intención no era molestar ni ofender a nadie, sino simplemente ejercer su libertad de prensa demostrando que podía publicar cualquier cosa que él quisiera.
Sin duda
Rose lo tomó como una forma de protestar por el clima político cada vez más consevador que existe en su país. El problema es que su argumento pierde fuerza tras revelarse que el mismo diario se negó, tres años atrás, a publicar una serie de caricaturas cuyo tema central eran Jesucristo y la Iglesia Católica por temor a provocar molestia entre sus lectores. Tomando en cuenta que el 85% de los daneses profesan dicha religión en tanto que sólo el 2% son musulmanes la decisión parece haber sido, desde un punto de vista estrictamente comercial, adecuada.
Los argumentos a favor de
Rose son todos en relación a la libertad de expresión, en tanto que los musulmanes justifican su reacción alegando que las caricaturas son una provocación descarada. Muchos de los defensores de
Rose alegan que la reacción es desmedida pues son "sólo dibujos", y la verdad es que me parece irresponsable esa afirmación.
En México existe una larga tradición de moneros como ideólogos, dado que se acostumbra pensar en los caricaturistas como "la voz del pueblo" en los medios. Bien dicen que una imagen dice más que mil palabras y esa es la razón por la que considero irresponsable descalificar la fuerza con que una caricatura transmite un mensaje. Basta pensar en que cualquier persona en cualquier parte del mundo puede entender el significado de las caricaturas del
Jyllands-Posten sin necesidad de entender danés.
La versión en inglés de la
Wikipedia tiene
un extenso artículo al respecto, el cual está en constante actualización y contiene además enlaces a muchas otras fuentes. La ilustración presentada más arriba también se encuentra en ese artículo.
Annoy.com presenta las doce ilustraciones en una
galería con enlaces a tamaño completo, similar a
la encontrada en Human Events Online. Las imágenes en tamaño completo también pueden encontrarse en
este post del
blog de Newspaper Index. Otras notas de interés (
todas en inglés) se pueden encontrar en
The Guardian (incluye cronología), en
el LA Times, en
Democracy Arsenal, y en el
Metroblog de Nueva de York.
Una de las reacciones más comentadas fue la del diario iraní
Hamshari, el cual convocó a un concurso de caricaturas sobre el
Holocausto, según ellos para poner a prueba la tolerancia de los occidentales ante un ejercicio de libertad de expresión, en un claro ejemplo de una mentalidad fundamentalista de "ojo por ojo". Es importante señalar que el antes mencionado editor del
Jyllands-Posten,
Flemming Rose, se encuentra actualmente separado de su puesto de manera indefinida luego de que sugiriera a su jefe publicar las mismas caricaturas que el diario iraní.
Curiosa pero no del todo sorprendentemente, la contrarrespuesta a esta iniciativa vino de un grupo de israelíes. De acuerdo con el blog de ilustradores
Drawn!,
Amitai Sandy, un artista gráfico y editor de
Dimona Comix, con base en Tel-Aviv, Israel, encontró la manera perfecta de desinflar la tensión creciente en esta guerra de viñetas:
convocar a otro concurso de caricaturas anti-semitas, pero esta vez dibujadas por judíos.

"¡Le mostraremos al mundo que podemos hacer los mejores, más punzantes y ofensivos dibujos anti-judíos jamás publicados!", dijo Sandy, quien espera recibir minicomics, caricaturas e ilustraciones varias de todo el mundo, las cuales irán apareciendo en
Boomka.org en los próximos días. "Ningún iraní nos va a vencer en nuestro propio terreno", concluyó el artista de 29 años.
Sin duda se trata de una respuesta adecuada a una crisis de tolerancia, pues no existe nada más liberador que la capacidad de reírse de uno mismo.