Siguiendo con mi idea de no ser tan negativo o crítico en todos mis textos, decidí iniciar una serie dedicada a personajes notorios por alguna particularidad de su carácter o sus acciones, o simple y sencillamente por alguna necedad. Y el primero en esta lista de Necios Distinguidos es el Primer Emperador de los Estados Unidos de América. Sí, leyeron bien. ¿No sabían que Estados Unidos había tenido un emperador? Pues ésta es su historia.
Un año después perdió toda su dinero al intentar monopolizar el comercio de arroz en la ciudad. Compró todo el arroz, provocando un alza en el precio, pero no contaba con que unas semanas después un par de naves mercantes japonesas arribarían a la bahía cargadas de arroz.
Arruinado, desapareció de la vista pública hasta el 17 de Septiembre de 1859, cuando se presentó en las oficinas del San Francisco Bulletin portando una nota que sería publicada al día siguiente en primera plana bajo el encabezado: "¿Un Emperador Entre Nosotros?". La nota decía lo siguiente:
"Ante la perentoria petición de la gran mayoría de los ciudadanos de estos Estados Unidos, yo, Joshua Norton, anteriormente de Algoa Bay, Cabo de Buena Esperanza, y ahora y por los últimos nueve años y diez meses de San Francisco, California, me declaro y proclamo a mi mismo como Emperador de estos Estados Unidos, y en virtud de la autoridad en mi investida, por este medio ordeno y conmino a los representantes de los diferentes Estados de la Unión a reunirse en el Musical Hall de esta ciudad el próximo día 1° de Febrero con el propósito de hacer las alteraciones pertinentes a las leyes existentes de la Unión para aliviar los males bajo los que nuestro país labora, ayudando así a generar confianza, aquí y en el extranjero, en nuestra estabilidad e integridad."
A lo largo de los años, Norton I lanzó varias proclamas, que iban de lo ridículo (establecer una multa de 25 dólares a quienquiera que tras haber sido advertido se refiriese a la ciudad con el nombre de Frisco) a lo visionario (ordenar la construcción de un puente colgante que uniese Oakland y San Francisco sin interrumpir la navegación en la bahía, justo en el lugar ocupado hoy día por el Golden Gate), y pasando por varios divertidos o curiosos (disolver a los partidos Republicano y Demócrata o autonombrarse Protector de México).
Si bien sus decretos y proclamas rara vez eran tomados en serio y Norton siguió llevando una vida simple, los ciudadanos de San Francisco aprendieron a vivir con él y le otorgaron toda clase de privilegios y regalos.
En una ocasión fue arrestado por un oficial de policía, acusado de vagancia. Una vez probado que tenía dinero en la bolsa y vivía en una casa de huéspedes pagando su alojamiento, el oficial cambió los cargos y lo declaró mentalmente inestable y un peligro para otros y para si mismo. Antes de que su caso fuese evaluado, el Jefe de Policía de la ciudad retiró los cargos y ordenó su liberación inmediata, además de disculparse con Su Majestad. A partir de entonces todos los oficiales de policía de la ciudad le daban un saludo militar al encontrárselo en las calles.
El 8 de enero de 1880, Norton I, Emperador de los Estados Unidos y Protector de México, murió de un ataque de apoplejía mientras se dirigía a una plática en la Academia de Ciencias Naturales. En 1980 San Francisco conmemoró el centenario luctuoso de su monarca con ceremonias a mediodía. Su historia fue tocada por diferentes autores, desde Robert L. Stevenson y Mark Twain (quien basó en él a su personaje de El Rey, en Huckleberry Finn) hasta Neil Gaiman, que lo usó como protagonista en Tres Septiembres y un Enero, parte de su colección The Sandman: Fables and reflections.
Actualmente un grupo de simpatizantes promueve una iniciativa que busca cambiar el nombre del puente de la bahía por el de Emperor Norton Bridge. Una tira en el San Francisco Gate ofrece más detalles. Un editorial del mismo diario reproduce la carta enviada al alcalde de la ciudad por Robert Chandler, presidente del Comité del Puente de Su Majestad. Los interesados en apoyar o manifestar su simpatía por esta causa pueden escribir a: chandlersfargo@yahoo.com
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