viernes, 3 de febrero de 2017

25 años de Image Comics

Image Comics es la tercera editorial de cómics más grande en los Estados Unidos, y esta semana celebra sus primeros 25 años de existencia, por lo que me pareció buen momento para hacer un repaso de su historia y de su lugar en el medio.

EL ORIGEN

En 1992 el mercado del cómic estadounidense era muy distinto al que existe en la actualidad. Tras sufrir muchos cambios durante los años ochenta, la industria buscaba formas de comercializarse mejor, y era evidente que se avecinaba una nueva etapa. Sellos nuevos como Dark Horse, Comico, Eclipse, Pacific y First, buscaban devolver el control de historias y personajes a sus creadores mientras que Marvel y DC trataban de reinventarse.

El estreno en 1989 de Batman, película de Tim Burton que atrajo la atención de las masas hacia el noveno arte, iniciando lo que hoy se recuerda como el boom del cómic, mismo que generó muchos tratos de licencias y mercancía para distintas propiedades de cómic y fue incentivo para la aparición de editoriales que buscaban competir con Marvel y DC, aunque tal vez la única que logró un balance entre calidad y éxito, al menos por un tiempo, fue Valiant Comics. Marvel era el líder del mercado, y mucho de su éxito se debía a que contaba con los dibujantes más populares de la industria.

Pero esos artistas no estaban a gusto con el trato que recibían, pues su trabajo se usaba para promover videojuegos y merchandise pero ellos sólo cobraban su tarifa estándar y, si aplicaba, regalías. Un grupo de dibujantes encabezados por Todd McFarlane y Rob Liefeld intentaron negociar con Marvel una mayor porción de las ganancias generadas por su trabajo, pero no llegaron a nada. En esa misma época Liefeld, Erik Larsen y otros fueron abordados por Dave Olbrich, editor en jefe de Malibu Comics, editorial pequeña pero estable, quien quería que publicasen cómics de autor a través de ellos.

La falta de avances con Marvel llevó a ocho autores a abandonar Marvel y formar su propia compañía, la cual trabajaría en asociación con Malibu. Eran Chris Claremont, Erik Larsen, Jim Lee, Rob Liefeld, Todd McFarlane, Whilce Portacio, Marc Silvestri y Jim Valentino. Mientras ultimaban los detalles de la sociedad, Claremont se hizo a un lado, y poco después Portacio hizo lo mismo para atender a su hermana enferma. Image Comics se formó alrededor de dos ideas básicas: cada autor sería dueño de sus creaciones, y no habría interferencia en la forma de trabajar de cada quien.

Las nuevas series se lanzarían con un mes de diferencia entre una y otra, y el primer título publicado fue Youngblood, de Rob Liefeld, aparecido la primera semana de febrero y con fecha de portada de abril de 1992. Al mes siguiente apareció Spawn, de Todd McFarlane, y luego vinieron Savage Dragon, de Erik Larsen; WildC.A.T.s, de Jim Lee; Shadowhawk, de Jim Valentino; y CyberForce, de Marc Silvestri.  El éxito fue inmediato, y en unos cuantos meses Image ya era la tercera editorial más importante, con casi el 10% del mercado. Un año después de su fundación se separaron de Malibú y empezaron a operar por su cuenta.

Image se dividía en seis estudios que, para fines prácticos, operaban como pequeñas editoriales, con sus propias políticas y forma de trabajo, y ahí surgieron las primeras diferencias. Extreme Studios (Liefeld) y Aegis Entertainment, más tarde rebautizado como WildStorm Productions (Lee), contrataron escritores y dibujantes para trabajar en los títulos que ellos creaban, lo que les ganó críticas, pues estaban replicando el modelo de trabajo contra el que se habían rebelado. En contraste, otros estudios abrieron las puertas a autores para publicar sus propias obras sin ceder la propiedad y control de las mismas.

Entre los títulos de esa segunda oleada de Image destacan The Maxx (Sam Kieth), Pitt (Dale Keown), WildStar (Al Gordon y Jerry Ordway) y Astro City (Kurt Busiek, Brent Anderson y Alex Ross), con el último publicado bajo un subsello de WildStorm. Al poco tiempo títulos independientes ya establecidos mudaron sus operaciones a Image, como pasó con Bone (Jeff Smith), A Distant Soil (Colleen Doran), Kabuki (David Mack) o Strangers in Paradise (Terry Moore), aunque este último sólo por un puñado de números.

Para 1996, Rob Liefeld se había convertido en un problema, pues fundó una editorial paralela, Maximum Press, y reclutó artistas de Top Cow, el estudio de Silvestri, además de que usaba publicaciones y recursos de Image para promover su propia empresa. Silvestri decidió separar Top Cow de Image, pero sin renunciar a su parte de la sociedad, y mientras discutían la posible expulsión de Liefeld, éste se fue y renunció a su participación en ella. Además, entre 1996 y 1997, Jim Lee y su estudio se hicieron cargo de manejar dos títulos de Marvel durante un año, lo que le ganó nuevas críticas.

En 1997 se dio el primer cambio importante en las políticas de la compañía. Jim Valentino, el menos activo de los fundadores, decidió ofrecer la oportunidad de publicar en Image a nuevos autores, de forma independiente a cualquier estudio. Los creadores mantenían el control y propiedad de sus creaciones, y a cambio pagaban una cuota fija para cubrir los gastos administrativos. Aunque pocos títulos lograron un éxito financiero, establecieron el modelo de negocios de lo que pronto se volvió Image Central, con Valentino como publisher de la compañía y responsable de esos títulos "externos".

Otro cambio importante se dio en 1999, cuando Jim Lee separó a WildStorm de Image a fin de vender todos sus activos a DC Comics. Eso, combinado con la contracción del mercado que se produjo al reventar la burbuja de especuladores que había nacido a inicios de la década, provocó que Image perdiera fuerza durante los primeros años de este siglo, lo que permitió que editoriales como Dark Horse Comics y IDW se convirtieran en alternativas serias que competían por ser la principal alternativa a "las dos grandes".

En 2008 Eric Stephenson se convirtió en el nuevo publisher de Image, y comenzaron los cambios a la compañía. Pronto se añadió como nuevo socio de la compañía a Robert Kirkman, creador de dos exitosos títulos, The Walking Dead e Invincible,, quien creó un nuevo estudio, Skybound Entertainment. Bajo la dirección de Stephenson llegó una nueva inyección de talento a la editorial, y en los años siguientes lanzaron muchas nuevas series que se convirtieron en éxitos de ventas aclamados por la crítica y con numerosas nominaciones a los premios más importantes de la industria.

Saga, Chew, Morning Glories, Revival y Casanova fueron algunos de los títulos que abrieron las puertas a muchos otros proyectos de creadores salidos de las filas de Marvel y DC. Series como Black Science, Lazarus, Deadly Class, Fatale, Elephantmen, Sex Criminals, Monstress, Southern Bastards y The Wicked + The Divine son sólo una muestra de la diversidad  y nivel de calidad que se puede hallar entre las publicaciones del sello en años recientes.

Tras alcanzar la mayoría de edad hace unos años, Image Comics por fin se ha convertido en lo que sus creadores habían anunciado en aquellos primeros días que querían llegar a ser: un lugar en que los autores de cómic, tanto dibujantes como escritores, pudieran dar rienda suelta a su imaginación y creatividad para trabajar sin interferencia corporativa o directrices editoriales, y donde, aún más importante, podrían ser los dueños absolutos de todas sus creaciones para administrarlas y explotarlas a su propia conveniencia.

Tomó tiempo y no fue fácil, pero hoy día es difícil no pensar que el papel de esta editorial será fundamental en el desarrollo futuro de la industria del cómic norteamericano. No sé ustedes, pero al menos yo estoy ansioso por ver qué sorpresas nos esperan en los próximos años, pues estoy seguro que muchas de ellas vendrán de este sello editorial.

¡Felices 25, Image Comics!

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