Héctor Belascoarán Shayne emuló al más famoso detective literario al volver tras el trágico desenlace de No Habrá Final Feliz. En una nota de Paco Ignacio Taibo II incluida al principio de este libro, admite que a diferencia de lo que pasó con Sir Arthur Conan Doyle y Sherlock Holmes, el regreso del detective chilango de origen hispano-irlandés fue por capricho personal. También aclara que, para fines cronológicos esta historia precede a la de No Habrá Final Feliz, así que no altera el desenlace de esa novela.
En sus páginas es evidente el crecimiento de Taibo II como escritor en los casi diez años transcurridos desde la primera aventura de Belascoarán. Al inicio de la novela nos encontramos con el detective tumbado en una playa solitaria, muy lejos de la ciudad de México y todas las complicaciones que le hacen la vida de cuadritos pero a la vez dan sazón a su existir. Hasta esa remota y paradisíaca playa llega su hermana para pedirle que regrese a la ciudad y le eche una mano a una vieja amiga.
Tras meditarlo un poco y a regañadientes, Héctor decide que no puede seguir escondiéndose del mundo y accede a volver con ella. El caso es inusual. La mujer en cuestión es médico, se casó con otro doctor y se fue a vivir a Estados Unidos para estudiar una maestría. Hace un par de semanas hallaron muerto a su suegro, dueño de unas mueblerías que dejó a sus tres hijos. El mayor fue asesinado unos días después que el padre, dejando al tercer hermano, aparente testigo del crimen, en estado catatónico.
Forzados a regresar a México para hacerse cargo de los funerales, la pareja descubre que el padre muerto dejó una herencia de varios millones de pesos, además de varios negocios e inversiones en distintas ciudades del país. Pretendiendo desentenderse del asunto, que apesta a turbio, deciden regresar a EEUU, pero son amenazados en su casa y después el marido es asesinado.
Al enterarse del asalto que sufrió la chica, Héctor acepta el caso, a pesar de que sabe que lo que enfrenta casi seguro es un asunto de lavado de dinero, el cual tiene toda la pinta de ser lo bastante oscuro y retorcido como para involucrar a varios personajes de la política y las corporaciones policíacas de la Ciudad de México.
Algunas Nubes es un extraordinario retrato del sistema policial mexicano, con todas las corruptelas y tráfico de favores que sabemos existen. Sin embargo, cual Quijote embistiendo contra los molinos, Héctor desafía al sistema para llegar al fondo del asunto, aun sabiendo que si llega a descubrir quiénes son responsables de los crímenes y el origen del dinero, nada cambiará.
Tal vez lo que más me llamó la atención fue la forma en que Taibo añadió aún más toques de la cultura popular mexicana al mundo de Belascoarán. Además de describir las mafias en distintos círculos de este país, empezando por las instituciones educativas, deja en claro por qué resulta imposible intentar crear una historia tradicional de policías y ladrones situada en la ciudad de México: porque ambos son lo mismo, compañeros, socios, compadres y amigos de borracheras, donde a veces ni siquiera la indumentaria basta para distinguirlos a unos de otros.
Algunas Nubes es otro claro ejemplo de por qué Taibo es comparado alrededor del mundo con los mejores exponentes de la novela negra y policíaca alrededor del mundo, y representa una lectura obligada para los aficionados al género.
Recomendada para todo aquel con algún interés en la cultura popular de este país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario