Esta semana la prensa nacional e internacional dirigieron su atención hacia Tabasco. ¿La razón? La aparición del nuevo Bando de Policía y Buen Gobierno para la Municipalidad de Centro, es decir, Villahermosa, capital del estado. Resulta que dicho Bando promulga disposiciones que decretan nuevas prohibiciones para los habitantes de esa ciudad.
Esa última disposición me llama la atención porque me pregunto si alguien, con el intenso calor común en Tabasco, se quita la ropa para deambular por su casa, ¿cómo pueden enterarse las autoridades? Alguien tendría que dar el “pitazo”. Pero si alguien presenta una denuncia, eso implica que estaba espiando a la persona a quien acusa. ¿Esto autoriza al ministerio público a proceder contra el delator? ¿O puede el acusado a su vez acusar a su delator por invasión a la privacidad?
De acuerdo con habitantes de la región también es poco claro lo que la autoridad entiende por “desnudez”. Parece que andar en ropa interior o sin camisa puede ser considerado como tal. Y lo mismo en lo relativo a la distribución de material “indecente”. Parece ser que los talleres mecánicos y reparadoras de calzado de la región tendrán que abstenerse de repartir calendarios, pues los trajes de baño o poses sugerentes de las modelos que suelen mostrar pueden ser considerados como “impropios” por las autoridades.
Otro dato curioso del que me enteré es que en Villahermosa no se permiten los desnudos, ni siquiera en centros nocturnos. ¿Puede existir un Table sin desnudos? Parece que sí. Sólo en Tabasco. En lo personal no tengo nada en contra de ese estado (aparte, claro, de que engendró a Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo), pero me cuesta trabajo pensar que pueda haber gente tan cerrada y retrógrada a cargo de elaborar leyes en cualquier parte del mundo. Y luego la gente se ofende cuando uno los tacha de provincianos mojigatos.
Y la idea no es generalizar, pues estoy seguro de que no en todas las entidades al interior de la República suceden esta clase de manifestaciones conservadoras, pero tampoco es raro hallar notas afines en diarios y servicios de noticias. Ojalá alguien recapacite sobre lo ridículo de estas nuevas leyes y las enmienden.
Entiendo que exista una preocupación por la aparente decadencia moral de la sociedad en todas partes, pero tal vez deberían recordar que las prohibiciones siempre han orillado a la existencia de la clandestinidad y el surgimiento del mercado negro en cualquier ámbito. Prohibir nunca ha sido el camino para enmendar nada, pues siempre habrá quien decida rebelarse sólo por el gusto de hacerlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario